Leandro N. Alem, ilustre masón y Gran Maestre

busto de Leandro n Alem

A Leandro N. Alem se le conoce mucho por su participación política como fundador de un centenario partido. Pero poco se habla del Alem masón, del Gran Maestre de la Masonería Argentina que junto a grandes figuras dirigió la orden.

Nació el 11 de marzo de 1842 en Buenos Aires, Argentina. Fue abogado, político, militar, un brillante orador y uno de los fundadores de la Unión Cívica Radical. Partido político que desempeñó un papel importante en la configuración de la política argentina a fines del siglo XIX y XX y que aún perdura. Además de sus contribuciones políticas, Alem también fue miembro de la masonería, esta sociedad de larga tradición en Argentina.

Leandro N. Alem y la masonería

Leandro N. Alem fue una figura destacada en la historia argentina y tuvo una notable participación en la masonería. El 12 de mayo de 1882, Domingo Faustino Sarmiento es elegido en el cargo de Gran Maestre de la Gran Logia de Libres y Aceptados Masones, siendo acompañado por Leandro Alem, quien pasó a ocupar el cargo de Pro Gran Maestre y luego en Gran Maestre entre los años 1883-1885.

La masonería es una organización fraternal que se basa en principios éticos, morales y filantrópicos. Sus miembros, conocidos como masones, participan en actividades destinadas a promover la camaradería, el desarrollo personal y la contribución positiva a la sociedad. Aunque la masonería ha sido a menudo objeto de especulaciones y teorías de conspiración, siempre ha desempeñado un papel significativo en el desarrollo de la política y la cultura en varios países y no es la excepción la Argentina.

Mandil de maestro mason rojo

Leandro N. Alem se unió a la masonería en su juventud el 17 de octubre de 1871. Convirtiéndose así en un miembro activo de la Logia Constancia Nº 7. A través de su participación en la masonería, Alem compartió la hermandad con otros líderes y personajes influyentes de la época. Sarmiento, José Hernández y Bartolomé Mitre entre otros, contribuyendo a su desarrollo personal y a su perspectiva sobre la sociedad.

El compromiso de Alem con los principios masónicos, como la libertad, la igualdad y la fraternidad, influyó en su enfoque político y social. Su participación en la masonería también lo conectó con redes internacionales de masones, lo que le permitió establecer vínculos más allá de las fronteras de Argentina.

Alem y la política

En su carrera política, Alem se destacó por su lucha contra la corrupción y la defensa de los ideales republicanos. Su participación en la masonería contribuyó a su formación intelectual y ética, moldeando su visión de una Argentina más justa y equitativa.

Sin embargo, la vida de Leandro N. Alem también estuvo marcada por desafíos y conflictos políticos. Su descontento con la dirección del Partido Autonomista Nacional lo llevó a fundar la Unión Cívica Radical en 1891. A pesar de sus esfuerzos por promover la democracia y la participación ciudadana, Alem enfrentó tensiones internas en su propio partido, lo que finalmente contribuyó a su trágico fin.

El 1 de julio de 1896, Leandro N. Alem se suicida en su carruaje de camino al Club del Progreso del cual era miembro. El dramático desenlace se da luego de una reunión con amigos y correligionarias, a quienes les pide que lo esperaran. Su legado persiste como una figura clave en la historia argentina y en la tradición masónica del país.

En resumen, Leandro N. Alem fue un político visionario y un miembro activo de la masonería. Su vida estuvo marcada por la lucha por la justicia y la promoción de los principios masónicos. Su contribución a la historia argentina y su influencia en la masonería son aspectos fundamentales para comprender la complejidad de su legado.

Antigua foto de masones en logia

Testamento político de Leandro N. Alem

“He terminado mi carrera, he concluido mi misión. Para vivir estéril, inútil y deprimido, es preferible morir. ¡Sí, que se rompa, pero que no se doble!

He luchado de una manera indecible en los últimos tiempos; pero mis fuerzas, tal vez gastadas ya, han sido incapaces para detener la montaña… ¡Y la montaña me aplastó!

He dado todo lo que podía dar; todo lo que humanamente se puede exigir de un hombre, y al fin mis fuerzas se han agotado… y para vivir estéril, inútil y deprimido, es preferible morir. Entrego decorosa y dignamente todo lo que me queda: mi última sangre, el resto de mi vida. Los sentimientos que me han impulsado, las ideas que han alumbrado mi alma, los móviles, las causas y los propósitos de mi acción y de mi lucha en general, en mi vida, son, creo, perfectamente conocidos. Si me engaño a este respecto, será una desgracia que yo ya no podré ni sentir ni remediar…

Ahí están mi labor y mi acción desde largos años, desde muy joven, desde muy niño, luchando siempre de abajo. No es el orgullo el que me dicta estas palabras, ni es debilidad en estos momentos lo que me hace tomar esta resolución. Es un convencimiento profundo que se ha apoderado de mi alma en el sentido que lo enuncio en los primeros párrafos, después de haberlo pensado, meditado y reflexionado en un solemne recogimiento.

Entrego, pues, mi labor y mi memoria al juicio del pueblo, por cuya noble causa he luchado constantemente.

En estos momentos el partido popular se prepara para entrar nuevamente en acción en bien de la patria. Esta es mi idea, este es mi sentimiento, esta es mi convicción arraigada, sin ofender a nadie. Yo mismo he dado el primer impulso, y, sin embargo, no puedo continuar. Mis dolencias son gravísimas, necesariamente mortales. ¡Adelante los que quedan! ¡Ah, cuánto bien ha podido hacer este partido, si no hubiesen promediado ciertas causas y ciertos factores!

¡No importa! Todavía puede hacer mucho. Pertenece principalmente a las nuevas generaciones. Ellas le dieron origen y ellas sabrán consumar la obra: ¡deben consumarla!”

mandil mason

El legado de Alem:

En la actualidad, varias logias masónicas llevan diversas variables del nombre de Alem en Argentina, incluyendo la nuestra, Leandro N. Alem 657 de Berazategui, que se fundó un 25 de mayo de 2013. Actualmente, cuenta con más de 30 miembros activos e instalaciones propias. Alem ya es parte de la historia de la masonería.

Además, hay cientos de lugares con el nombre Leandro Alem para visitar.