La Masonería es un sistema moral organizado, un valioso e intrincado sistema de filosofía moral, proveniente de la divina sabiduría y siglos de experiencia, este conocimiento es velado o encubierto, en alegorías, e ilustrado a través de Símbolos, con el fin de preservado de agresiones externas y del decaimiento interior, lo cual provocaría el deterioro de nuestros cimientos.
Predica la paternidad del Gran Arquitecto del Universo y la hermandad del hombre.
La influencia de la inspiración divina la encontramos a nuestro alrededor, en todas partes. Emana de cada ser viviente.
¿Qué representa el Gran Arquitecto del Universo?
Cada candidato, al iniciarse en la Masonería, declara su creencia en la Eterna Luz, en un Ser Superior, en el Gran Arquitecto del Universo, y se le demanda fidelidad al país en el que habita y estricto respeto por los derechos y libertades de nuestros pares, dejando fuera de las Columnas de nuestro Templo toda discusión política – partidista. Este es el deber de todo Masón.
Desde hace siglos, perdura en el tiempo su regla más antigua, la obediencia de la Ley Moral. La Masonería es el centro de unión de los hombres libres y sinceros, y la Verdad.
Es el real significado de la conciliación y de la amistad, en oposición a aquellos que, de otra forma, se han mantenido, a una perpetua distancia.
Libertad, Igualdad, Fraternidad.
Cada miembro es considerado figuradamente, como una piedra que debe ser tallada, labrada y pulida adecuadamente, en un sentido figurado.
Amor Fraternal, Virtud y Verdad son los grandes principios sobre los cuales nuestra Fraternidad fue fundada, los cuales acompañan al masón en su práctica constante.
Al Masón se le enseña a reverenciar el patriotismo, a ser un buen ciudadano, respetar las leyes y ser tolerante ante las debilidades humanas, estar siempre dispuesto para asistir al oprimido y socorrer al necesitado.
La Masonería es fundamentalmente una organización educativa. Su propósito es enseñar al hombre el sentido de la vida, por qué vale la pena ser vivida y cuál es la mejor forma de relacionarnos unos con otros.
Instruye al Masón en el respeto y resguardo de las cosas que conciernen a la felicidad y el bienestar de ellos mismos y de otros masones.
Todo candidato puede llegar a obtener todos los grados de la Masonería, pero si solo se queda con la representación Ritualística, habrá perdido lo fundamental, la enseñanza de una vida real y de completa madurez, una vida que vale la pena ser vivida por nuestro mundo, por nuestros semejantes y por nuestro porvenir.
Porque solo estudiando e intentando aprender y comprender estos ideales, es como realmente aprendemos a amar y apreciar el trabajo en nuestras Logias.
El sistema de creencias de la masonería
El hombre, que en búsqueda de su Luz Interior, se entrega de corazón al mundo, a su nación, a su Logia, a su familia y a sus amigos, dando lo mejor de él, obtendrá, sin lugar a dudas, su devolución en la misma medida y seguramente, con creces.
Si es que la masonería tiene alguna razón de existir, esta está ligada directamente a la práctica de sus principios, debe ser vivenciado y trabajado en todos los aspectos de la vida de un masón.
La Masonería no es una religión, y nunca ha intentado serlo, pero es una organización, como ya lo mencionamos, que requiere la creencia en un Ser Superior, y nuestros principios son comunes a todas las religiones del mundo. La Masonería no intenta reemplazar a ninguna religión o ser substituto de ellas, como así tampoco enseña un camino a la salvación eterna. El masón, o mejor dicho, la masonería busca ser reconocida por sus altos principios morales e ideales firmemente arraigados en el librepensamiento.