Este año se estrenaron varios documentales sobre su vida. En especial, uno habla de Einstein y la Bomba, en la popular Netflix. Pero desde una perspectiva local, se cumplen 99 años de que el sabio visitara la República Argentina.
Una bienvenida ilustre
Lo hizo entre el 24 de marzo de 1925 y el 24 de abril del mismo año, durante un mes exacto. No era un desconocido en nuestro país ni mucho menos, no solo porque en 1921 hubiera recibido el Premio Nobel por sus teorías que, pese a ser discutidas inicialmente, revolucionaron el pensamiento científico.
Ya un año antes, el 14 de agosto, nuestro ilustre hermano Leopoldo Lugones en su condición del escritor y pensador más reconocido de nuestro país, pronunciaba una conferencia en la Universidad de Buenos Aires para los estudiantes de ingeniería sobre el “tamaño del espacio” a la que cual tituló “Ensayo de sicología matemática”.
La finalizó diciendo: “Antes de concluir, pido que el aplauso de vuestra cortesía se transforme en manifestación de gratitud para el eminente Einstein, el moderno Newton, el nuevo organizador del universo, a quien el nacionalismo, tan torpe, obstruyó la cátedra con innoble alboroto”, al referirse a las resistencias que había tenido por su origen judío.
Impacto Cultural y Académico de la visita de Einstein
El Lugones de ese momento, reflejaba con su autoridad intelectual y cultural la idea que predominaba respecto al sabio en la capital argentina.
En el puerto es recibido, entre otros, por el secretario de la UBA, Mauricio Nierenstein, en representación del Rector, José Arce. En Buenos Aires se habían organizado una serie de comisiones para recibirlo. Organizó una la Facultad de Ingeniería, presidida por su decano Eduardo Huergo, lo mismo hizo la de Filosofía, encabezada también por su decano Coroliano Alberini. Las sociedades israelita y sefardí constituyeron sus comisiones, integradas por Samuel A. Levy, director de la revista Israel, Jacobo Coriat y Jacobo Karmona, participando también Nathan Gesang, representante de la Federación Sionista Argentina.
Durante los 30 días que dura la visita, dicta doce conferencias, la primera de las cuales organizada por la Universidad de Buenos Aires es en el Colegio Nacional Buenos Aires. La mayoría de ellas fue sobre la teoría de la relatividad, participando además en numerosas reuniones, recepciones y banquetes.
Legado de Einstein en la Argentina
Visita también las ciudades de La Plata y Córdoba, discute con físicos y químicos argentinos cuestiones actualizadas de la física de la época, como los quanta y la relatividad en general. “Quiero que en la Argentina, en cuya capital reconozco un gran centro de cultura, se conozcan los fundamentos de mi teoría, tal como la entiendo y no bajo el aspecto en que me la presentan admiradores entusiastas que, en el calor de la polémica, la desfiguran muchas veces.”
Con su pensamiento progresista se adhería a una línea de pensadores como Emmanuel Kant. Marcado por la época de inestabilidad política, mostró mucho idealismo al dedicarse a propagar una imagen positiva de la humanidad.
Einstein dejó un gran recuerdo en la Argentina, cuyos ecos se fueron diluyendo con el tiempo. Pero más allá de su mensaje científico y humano, dejó en su primer artículo publicado en la Argentina sobre la necesidad de constituir la “Paneuropa” un pensamiento político con gran sentido de proyección, que si hubiera sido escuchado hubiera ahorrado mucha sangre y desgracias no sólo a Europa sino a la humanidad.