Templarios y masones

“Una conexión mística, histórica y simbólica”

La asociación entre los Caballeros Templarios y los masones es un tema que ha fascinado a historiadores, esoteristas y masones por igual. Desde un enfoque masónico, esta relación no se limita al plano histórico, sino que se sumerge profundamente en los reinos del simbolismo, la tradición y los ideales compartidos, entrelazados por siglos de interpretaciones y reinterpretaciones.

Raíces históricas de los Templarios y los Masones

Los Caballeros Templarios, orden militar y religiosa fundada en 1118, fueron inicialmente una hermandad dedicada a proteger a los peregrinos cristianos en Tierra Santa. Con el tiempo, su influencia política, económica y espiritual creció, hasta convertirse en una de las órdenes más poderosas de la Europa medieval. En 1312, por razones que aún se debaten, la orden fue disuelta por el Papa Clemente V, bajo presión del rey Felipe IV de Francia.

La Masonería, por su parte, surge formalmente en el siglo XVII como una sociedad filosófica y moral, aunque sus raíces simbólicas se remontan a las antiguas tradiciones constructivas de los gremios de canteros. La Masonería especulativa adopta un lenguaje ritual cargado de alegorías arquitectónicas, en las cuales se construye no una catedral física, sino el “Templo interior” del conocimiento y la virtud.

El mito de la conexión templaria

La conexión entre templarios y masones emerge con fuerza en el siglo XVIII, especialmente en el marco de la Masonería escocesa. Según algunas tradiciones masónicas, los templarios habrían logrado sobrevivir a su disolución oficial, refugiándose en Escocia bajo la protección de la Casa de los Estuardo. De acuerdo con estas teorías, ciertos conocimientos y símbolos templarios habrían sido transmitidos a través de generaciones, integrándose finalmente en la simbología y rituales de la Masonería.

Autores como Chevalier Ramsay popularizaron esta idea, sugiriendo que la Masonería moderna era una continuación espiritual de los templarios. Sin embargo, esta conexión carece de pruebas históricas concluyentes y se considera en gran medida una construcción romántica, aunque cargada de valor simbólico.

Ideales compartidos

Desde un enfoque masónico, lo más relevante no es la historicidad de esta conexión, sino los ideales comunes que ambas tradiciones representan:

Los templarios, custodios del Santo Sepulcro y del Templo de Salomón, y los masones, constructores simbólicos del Templo, comparten un interés profundo por el simbolismo del templo como espacio de conexión entre lo divino y lo humano. Este simbolismo trasciende la arquitectura para convertirse en una búsqueda espiritual.

Tanto templarios como masones se erigen como hermandades cuyo propósito trasciende las fronteras geográficas, religiosas y políticas. Aunque operaron en contextos diferentes, ambas órdenes abogan por la unidad bajo principios de virtud, justicia y caridad.

Los templarios han sido asociados con la custodia de secretos arcanos, como el Grial o conocimientos esotéricos. La Masonería, por su parte, conserva una tradición iniciática que enfatiza el conocimiento progresivo y el autodescubrimiento, elementos que encuentran resonancia en el ideal templario.

La caída de los templarios y su persecución como herejes, así como la acusación de prácticas esotéricas, encuentra eco en la historia de la Masonería, que también ha sido objeto de persecución y teorías conspirativas. Esta experiencia compartida refuerza el vínculo simbólico entre ambas tradiciones.

Diversos autores han explorado esta asociación, destacando tanto los elementos históricos como los simbólicos:

John J. Robinson, en su libro “Born in Blood”, argumenta que los rituales masónicos muestran influencias templarias, sugiriendo un linaje directo entre las dos organizaciones. Aunque su trabajo carece de pruebas contundentes, su análisis es fundamental para comprender la fascinación por esta conexión.

Michael Baigent y Richard Leigh, en el libro “The Temple and the Lodge”, exploran cómo la tradición templaria pudo haber influido en el desarrollo de la Masonería escocesa y su expansión a Inglaterra y América.

En tanto Albert Pike, influyente masón y autor de “Morals and Dogma”, enfatiza que, más allá de la historicidad, lo importante es el legado espiritual y filosófico que los templarios representan en el contexto masónico.

La conexión como un constructo simbólico

Desde un punto de vista masónico, la relación entre templarios y masones no debe analizarse únicamente desde la perspectiva histórica, sino como un constructo simbólico que enriquece la tradición masónica. Los templarios representan el ideal del caballero espiritual, comprometido con la defensa de la verdad, mientras que los masones encarnan al constructor simbólico que trabaja en la edificación del templo interior.

Ambas tradiciones, templaria y masónica, invitan a sus miembros a la búsqueda del perfeccionamiento personal y al servicio desinteresado a la humanidad. En ese sentido, la conexión entre ambas no es tanto un hecho histórico, sino una herencia espiritual que inspira a generaciones de buscadores de la luz.

El vínculo entre templarios y masones es una rica amalgama de historia, mito y simbolismo. Si bien no existen pruebas irrefutables de una continuidad histórica, el análisis masónico reconoce que la esencia de esta conexión reside en los valores compartidos: la búsqueda de la sabiduría, la fraternidad y el servicio a la humanidad. Este legado, más allá de la literalidad histórica, enriquece la tradición masónica y nutre el espíritu del iniciado, invitándolo a caminar en la senda del caballero constructor, comprometido con la edificación del Templo Universal.