El camino hacia la verdadera libertad

“Aprender para entender… porque entender te hará libre”

La frase atribuida a Baruch Spinoza, condensa una de las aspiraciones fundamentales del ser humano: alcanzar la libertad a través del conocimiento. Este enunciado, breve pero profundo, refleja el núcleo del pensamiento de Spinoza, un filósofo que dedicó su vida a la búsqueda de la verdad y a la emancipación del espíritu humano mediante el entendimiento racional.

Desde una perspectiva filosófica y masónica, esta frase invita a reflexionar sobre el poder transformador del conocimiento y cómo la libertad, más allá de las meras condiciones externas, encuentra su verdadera realización en el interior del individuo, cuando este logra comprender su lugar en el mundo y las leyes que lo gobiernan.

El conocimiento como vía hacia la libertad 

Spinoza, en su obra “Ética”, sostiene que la verdadera libertad no reside en la ausencia de restricciones externas, sino en la capacidad de actuar de acuerdo con nuestra naturaleza racional. Según él, la ignorancia es una forma de esclavitud, ya que quienes desconocen las causas de sus acciones están sometidos a pasiones y supersticiones que limitan su autonomía.

Aprender como primer paso 

El aprendizaje es el fundamento de todo entendimiento. Sin un proceso consciente de adquisición de conocimiento, el individuo queda atrapado en la oscuridad de la ignorancia. Para Spinoza, este aprendizaje no debe limitarse a lo superficial, sino profundizar en el conocimiento de uno mismo y del universo.

Entender como emancipación 

El entendimiento implica un nivel más alto de conocimiento: la capacidad de conectar los hechos y comprender las causas subyacentes. Es este entendimiento lo que permite al ser humano liberarse de las cadenas del miedo, el prejuicio y las pasiones descontroladas. Spinoza afirma que quien entiende las leyes de la naturaleza y su lugar en ella alcanza un estado de “beatitudo”, una forma de felicidad que es sinónimo de libertad.

La libertad como comprensión de la necesidad 

En el pensamiento de Spinoza, la libertad no es la capacidad de actuar sin restricciones, sino el entendimiento pleno de las condiciones necesarias que rigen la existencia. Esto nos lleva a una paradoja:

La libertad no es arbitrariedad: En un universo gobernado por leyes inmutables, todo sucede por necesidad. Sin embargo, comprender estas leyes nos permite alinearnos con ellas, trascendiendo la ilusión de un control absoluto y logrando una libertad interior.

Entender como autodominio: Para Spinoza, la esclavitud más perniciosa es la de las pasiones desordenadas. El conocimiento permite al ser humano gobernarse a sí mismo, liberándose de impulsos irracionales que lo someten.

El conocimiento y la libertad 

Desde la mirada masónica, la búsqueda del conocimiento es uno de los pilares fundamentales en el camino hacia la iluminación espiritual y la perfección moral. La frase de Spinoza encuentra resonancia en los ideales de la Orden, que enseñan que el aprendizaje continuo y el entendimiento son herramientas esenciales para alcanzar la libertad individual y colectiva.

En la tradición masónica, la Luz representa la verdad y el conocimiento. Buscar la Luz es comprometerse con el aprendizaje y la comprensión, que son indispensables para liberarse de la ignorancia y el dogmatismo.  Para los masones, la libertad no es solo un derecho, sino también un deber que exige esfuerzo intelectual y ético. La comprensión profunda del mundo y de uno mismo permite actuar con responsabilidad y en armonía con los principios universales.

El aprendizaje como herramienta de transformación 

Cada grado en la masonería simboliza un paso en el camino del conocimiento, reforzando la idea de que la verdadera libertad solo se alcanza a través de la evolución constante del espíritu.

Immanuel Kant, en su ensayo “¿Qué es la Ilustración?”, define la libertad como la capacidad de pensar y actuar de acuerdo con la razón, libre de la tutela de otros. Para él, “sapere aude” (atrévete a saber) es el primer paso hacia la emancipación.

Paulo Freire, en su libro “Pedagogía del oprimido”, argumenta que la educación liberadora debe permitir a las personas comprender las estructuras de opresión para transformarlas. Entender, en este contexto, es un acto revolucionario.

Michel Foucault, aunque crítico de las nociones tradicionales de libertad, señala que el conocimiento es una forma de poder que puede ser utilizado para emancipar o dominar. La libertad, por lo tanto, requiere un constante cuestionamiento de las estructuras de saber.

Carl Jung, desde una perspectiva psicológica, consideraba que el entendimiento profundo de nuestro inconsciente y de los arquetipos que lo habitan es esencial para alcanzar la individuación, un estado de libertad interior.

La actualidad de la frase de Spinoza 

En un mundo saturado de información, pero a menudo carente de entendimiento, la frase de Spinoza cobra una relevancia renovada. Aprender sin comprender es un acto vacío, y la verdadera libertad sigue siendo un ideal esquivo en una sociedad dominada por el ruido, la distracción y la manipulación.

En la era digital, el conocimiento superficial abunda, pero el entendimiento profundo es cada vez más difícil de alcanzar. La libertad requiere discernimiento y capacidad crítica. En un contexto global donde las desigualdades persisten, la educación sigue siendo el medio más efectivo para liberar a las personas de la pobreza, el fanatismo y la opresión.

La frase de Spinoza nos invita a reflexionar sobre nuestra propia búsqueda de conocimiento y libertad. Entender no es solo acumular datos, sino penetrar en las profundidades de la realidad para descubrir las conexiones y leyes que rigen nuestro mundo. Desde un enfoque masónico, este proceso es la esencia del trabajo del iniciado: Transformar la ignorancia en sabiduría, el caos en orden, y la esclavitud en libertad. El llamado de Spinoza resuena como un desafío y una promesa:

“Aprender y entender nos hace libres, no solo de las cadenas externas, sino también de las internas, permitiéndonos vivir plenamente en armonía con nosotros mismos y con el universo”