Corto Maltés y la Masonería en tiempos difíciles

corto maltes y la masonería

La Fábula de Venecia se inicia con los golpes sobre el escritorio y un enunciado que convoca a los presentes al trabajo bajo un mismo signo: “a la gloria del gran arquitecto del universo en nombre de la masonería universal bajo los auspicios de la gran logia de Italia de los antiguos francos y reconocidos masones, declaro abierto los trabajos de esta respetable logia”.

Estamos en la Logia Hermes; afuera los canales de Venecia proyectan sus sombras mientras se debate la conveniencia del absoluto silencio de los aprendices cuando se atraviesan tiempos difíciles.

La reunión se ve sobresaltada por un ruido de pasos corriendo y unos disparos en el exterior.

De pronto, los vidrios de la claraboya ceden al peso de un individuo que cae directamente en medio de los miembros de la Logia.

Es Corto Maltés huyendo de una peligrosa situación en busca de refugio quien pregunta aturdido: “quizás son ustedes de la Pitágoras” al parecer el Corto Maltés sabía donde escapar de la persecución.

¿Cuál era el motivo de su fuga? “No grité viva fulano, así que tuve que defenderme y huir; son tiempos difíciles…” Así explica el Corto su brutal interrupción.

Superada la situación, los Masones despiden amablemente al Corto, pidiéndole que les olvide, y este les advierte: “Yo les olvidaré sin problemas, pero los que me persiguen están dispuestos a perseguirles también a ustedes”.

Afuera, los “Camisas Negra” que habían amenazado al Corto, patrullan las calles imponiendo un orden al estilo de: “¿Le damos una lección?” o “El que no está con nosotros está contra nosotros…”

Mientras al interior de la Logia Hermes se escucha al Presidente decir: “Acuérdate de que la verdad se integra en uno mismo”.

Corto Maltés y la Masonería

El contraste entre una expresión y otra revelan claramente que la Masonería era tímida y perseguida por la dictadura fascista. Hugo Pratt la representa dramáticamente al decir: “Cuando volví a Italia la guerra no había acabado todavía: las casas del ghetto de Venecia estaban cerradas y los hebreos fugitivos se refugiaban en casas de los venecianos… y otros fueron deportados y no regresados jamás”.

Los Masones también sufrieron la muerte, la persecución y el exilio. A tal punto, que apresados y deportados a la Isla de Lipori, el Gran Maestre Torrigiani y los Masones debieron constituirse en el exilio, presidiendo el Gran Oriente de Italia Alessandro Tedeschi que debió dejar su cargo de Presidente del Comitato Massonico al Río de la Plata, para reagrupar la Masonería Italiana en Francia.

El Corto Maltés aparece como un personaje que intenta revelar los principios y las enseñanzas Masónicas de la Libertad individual, en neta oposición a la sujeción corporativa instrumentada por el fascismo.

Historia, Aventura y Política circundan al Corto Maltés, un personaje solitario, nómade, cosmopolita, y erudito como su creador Hugo Pratt. Este celebrado artista, dibujante de comics, fue iniciado el 19 de noviembre de 1976 en la Logia Hermes de Venecia, es un Masón por antonomasia al recorrer todos los caminos geográficos realiza su camino iniciático en un ejemplo de vida conducida por el estandarte de la libertad de experiencia y la libertad de expresión. Sosteniendo además la firme voluntad de adquirir conocimientos y transmitirlos a los demás.

La fábula de Venecia debe ser comprendida en los múltiples mensajes que involucra y que permite tantas lecturas como búsquedas tenga cada uno individualmente, porque Hugo Pratt denuncia o rescata lo que la historia “olvida o deja de lado”.

Pratt, Hugo. Corto Maltés “Fábula de Venecia”, Barcelona, Norma Ed. 2000.