“Vida de masones; Johann Wolfgang von Goethe”

“Dos almas ¡ay de mí!, imperan en mi pecho y cada una de la otra anhela desprenderse. Una, con apasionado amor que nunca se fatiga, como con garras de acero a lo terreno se aferra; la otra a trascender las nieblas terrestres aspira, buscando reinos afines y de más alta estirpe. (…) Devuélveme el impulso sin mesura, la dicha dolorosa en lo profundo, la fuerza de odio y el poder de amor, ¡Devuélveme otra vez mi juventud.”

Fragmento de Fausto

 

Johann Wolfgang von Goethe (1749-1832) es una de las figuras más influyentes en la historia de la literatura y la cultura europea. Su vida y obra no solo reflejan el genio literario de una época, sino también una profunda conexión con el pensamiento filosófico, científico y espiritual. Goethe fue una figura compleja y polifacética: poeta, novelista, dramaturgo, científico, y, significativamente, masón.

 

Nacido el 28 de agosto de 1749 en Fráncfort del Meno, en el Sacro Imperio Romano Germánico, Goethe creció en una familia acomodada. Su padre, Johann Caspar Goethe, era un hombre culto y adinerado que se aseguró de que su hijo recibiera una educación amplia y sofisticada. Desde temprana edad, Goethe mostró un gran interés por la literatura, las artes, y las ciencias, inclinaciones que fueron fomentadas en su hogar.

 

La época en la que vivió Goethe fue un periodo de transición en Europa, marcado por la Ilustración y el inicio del Romanticismo. La Ilustración, con su énfasis en la razón, la ciencia, y el progreso, influyó profundamente en el joven Goethe, quien, sin embargo, también se sintió atraído por los aspectos más emocionales y espirituales del Romanticismo, que valoraba el misterio, la naturaleza, y la expresión individual.

 

Goethe estudió Derecho en las universidades de Leipzig y Estrasburgo, aunque su verdadera pasión siempre fue la literatura. Durante su juventud, se involucró en el movimiento Sturm und Drang (Tormenta e Ímpetu), un preludio al Romanticismo que enfatiza las emociones fuertes, la individualidad, y la rebelión contra las normas establecidas.

 

 

Iniciación en la masonería

 

Goethe fue iniciado en la masonería el 23 de junio de 1780 en la logia “Amalia en Weimar, una ciudad que desempeñó un papel central en su vida. En Weimar, Goethe se convirtió en una figura destacada de la corte del duque Carlos Augusto, lo que le permitió no solo dedicarse a sus intereses literarios y científicos, sino también a la política y la administración.

 

La masonería, con su énfasis en la fraternidad, la búsqueda del conocimiento, y el perfeccionamiento moral, resonó profundamente con los ideales de Goethe. La logia “Amalia era conocida por atraer a intelectuales, artistas, y figuras de la alta sociedad, y proporcionó a Goethe un círculo de amigos y colaboradores que compartían su visión del mundo.

 

 

 

La obra de Goethe: Reflejo de la masonería

 

La influencia de la masonería en la obra de Goethe es sutil pero significativa. Su obra maestra, “Fausto”, es un testimonio de su profunda reflexión sobre la naturaleza del hombre, el conocimiento, y la moralidad, temas que también son centrales en la filosofía masónica. En “Fausto”, Goethe explora la lucha eterna entre el bien y el mal, el deseo insaciable de conocimiento, y las consecuencias de las decisiones humanas, todo ello en un marco que recuerda las enseñanzas y rituales masónicos.

 

Otro ejemplo de la influencia masónica en la obra de Goethe es su poema “El misterio” (Das Geheimnis), que alude a la búsqueda de la verdad y el conocimiento, elementos centrales en la filosofía masónica. En su poesía, Goethe también incorpora símbolos y metáforas que reflejan la dualidad del ser humano, la luz y la oscuridad, y la transformación, conceptos que son fundamentales en la masonería.

 

Goethe no solo fue un receptor de las ideas masónicas, sino que también contribuyó activamente a la vida de su logia. Participó en rituales, escribió ensayos y poemas para sus hermanos masones, y promovió los ideales masónicos en su vida pública y privada.

 

 

 

Aportes y Legado

 

El legado de Goethe en la masonería es profundo y duradero. Su obra literaria ha sido estudiada y apreciada por generaciones de masones que encuentran en sus escritos una fuente de inspiración para su propia búsqueda espiritual y moral.

 

Goethe fue un ejemplo de cómo la vida masónica puede enriquecer la vida intelectual y creativa, y su vida es un testimonio del poder de la fraternidad y el conocimiento compartido.

 

Más allá de su impacto en la masonería, Goethe dejó un legado inmenso en la literatura, la ciencia, y la cultura en general. Su obra literaria, que incluye novelas como “Los sufrimientos del joven Werther”, “Las afinidades electivas”, y su vasta colección de poesía, ha sido traducida a innumerables idiomas y sigue siendo estudiada en todo el mundo. En el campo de las ciencias, Goethe realizó importantes contribuciones a la teoría del color y a la biología, mostrando una curiosidad y una capacidad intelectual que abarcaba múltiples disciplinas.

 

Johann Wolfgang von Goethe fue una de las figuras más influyentes de su tiempo, un genio que dejó una huella indeleble en la literatura, la ciencia, y la cultura europea. Su iniciación en la masonería en 1780 fue un evento significativo en su vida, y la influencia de la fraternidad se refleja en su obra y en su pensamiento. Goethe fue un masón comprometido que supo integrar los ideales de la fraternidad, la búsqueda del conocimiento, y el perfeccionamiento moral en su vida y obra, dejando un legado que sigue inspirando a generaciones.

 

Su vida, marcada por el contexto histórico de la Ilustración y el Romanticismo, es un ejemplo de cómo el pensamiento crítico y la búsqueda de la verdad pueden trascender las barreras del tiempo, y su obra continúa siendo un faro para aquellos que buscan comprender la naturaleza humana y el universo en el que vivimos.