El cargo de tesorero de la logia es de alta responsabilidad y confianza, siendo una figura de autoridad. Aunque a veces se le ve como un cargo poco agradecido debido a la tarea de cobrar las cuotas (una tarea que a veces puede ser incómoda), la realidad nos lleva a entender que es esencial para el funcionamiento de la logia.
A pesar de que algunos pueden verlo como poco simbólico o incluso como un recaudador de impuestos, la realidad es que el tesorero tiene un papel simbólico importante. Ha trascendido a lo largo de los siglos con raíces históricas que se remontan al Antiguo Egipto y la collegia Romana, lo que añade un nivel de profundidad y significado a su papel.
Si no existiera este cargo, habría desorden en las cuentas de la logia, retrasos en los pagos, y falta de rigor en el mantenimiento de las finanzas. Además, sería difícil asumir los costes que conlleva la logia, como el pago de alquileres, hipotecas, obediencias, y la compra de elementos rituales.
Aunque la figura del tesorero puede no parecer necesaria en el ritual, es esencial para mantener la logia “a plomo” o sea, si las cuentas están en orden y los pagos se realizan puntualmente.
Su joya representa la dualidad de su cargo. La llave simboliza el tesoro que guarda. Esa llave que abre la entrada de las cuotas de los hermanos, que permite satisfacer los gastos de la logia. También cierra el tesoro de la logia, una vez que los pagos se han realizado correctamente.
El tesorero de la Logia
Al mirar asimismo al oficial de la Tesorería dentro de la orden, como el de todos los demás que se desarrollan en la Logia, podemos decir que representan un punto de Orden y de una Autoridad que nunca se sobrepasa al del Presidente de la Logia. En efecto, del mismo se encuentra destinado a cooperar para el equilibrio y la armonía dentro de todo el taller.
Cabe señalar que una de las potestades que tiene el tesorero es de poder en caso de ser solicitado por algún hermano, la existencia de algunos descuentos propios que tiene por determinadas consideraciones especiales es quien en conjunto al Presidente y al Secretario quienes pueden solicitar tales excepciones o beneficios al hermano.
En otras palabras, si miramos dicho cargo, más allá de su respectiva función administrativa de los metales que obtiene para el sustento del taller, el tesorero resguarda tras sí los mayores intereses no materiales para un taller.
Esta paradoja resulta, debido a que el fin de la orden no es recaudar dinero por el mero hecho acumulativo, sino, por lo contrario, poder disponer del mismo para llevar a cabo el crecimiento ordena del taller y su sostenibilidad.
En resumen, la figura del tesorero es indispensable para la administración de la logia, con un papel que es tanto práctico como simbólico e iniciático.