La relación entre el fútbol y la masonería en Argentina ha sido un tema que ha suscitado interés y debate a lo largo del tiempo. Aunque no hay evidencia sólida que demuestre una conexión directa entre ambos, se han tejido diversas teorías y especulaciones sobre posibles influencias e interacciones.
Nuestro país es un ejemplo de ello, donde la inmigración europea propició que masones llegarán con sus prácticas, promovidos por una elite dirigente vinculada a la asociación de la escuadra y el compás. Pero pocas veces documentaban eso como masones.
El fútbol y la masonería en Argentina
Según cuenta la leyenda, el primer partido de fútbol lo promovieron los hermanos Thomas y James Hogg en el Buenos Aires Cricket Club, donde se fundó el Buenos Aires Football Club que realizó el encuentro el 20 de junio de 1867, usando los colores identificatorios de maestros (colorados) y aprendices (blancos) jugaron un partido donde ganaron los primeros por 4 a 0.
Para que se entienda, esto fue casi 4 años después de crear las reglas del fútbol, como deporte. Se cree que el 26 de octubre de 1863, con la conformación del English Football Association, se establecieron por escrito las reglas del fútbol.
Esa reunión fue en la Freemason’s Tavern, perteneciente a la Logia Queen Elizabeth N° 11, de Londres. Allí, un grupo liderado por la ciudad de Harrow decidió un juego que permitía exclusivamente el uso de los pies y la cabeza, diferenciándose del representante de la ciudad inglesa: el Rugby.
Históricamente, tanto el fútbol como la masonería han desempeñado roles significativos en la sociedad argentina. El fútbol, arraigado en la cultura del país, ha sido una pasión nacional que ha unido a comunidades y ha servido como plataforma para expresar identidades y emociones colectivas.
En su libro autobiográfico, el Dr. Leopoldo Bard, Maestro Masón, prestigioso médico y luego presidente del bloque de diputados nacionales de la UCR, de 1922 a 1930, recuerda su paso como fundador, primer capitán y presidente de Club Atlético River Plate. Algo que podría hacer sospechar los inicios masónicos del club millonario.
Los mitos del fútbol
Por otro lado, la masonería ha tenido presencia en Argentina desde el siglo XIX, siendo un ámbito donde se fomentan valores como la fraternidad, la libertad y el progreso personal. Se ha especulado sobre la posible influencia de la masonería en la fundación de clubes deportivos emblemáticos como River Plate y muchos otros más, así como en la configuración de estructuras organizativas dentro del ámbito futbolístico.
Mucho se habla de los simbolismos masónicos en el fútbol, que la cantidad de jugadores, que los minutos de juego, que la tradicional V del Club Vélez Sársfield, pero pocas son las bases argumentativas para tales alocuciones.
Sin embargo, estas conjeturas se basan en interpretaciones históricas y conexiones circunstanciales, ya que no existen pruebas concretas que establezcan una relación directa entre el desarrollo del fútbol y la masonería. A pesar de ello, la mística que rodea a ambas instituciones ha generado especulaciones y teorías que han contribuido a la fascinación y el debate sobre sus posibles interacciones.
Que debe haber habido masones en los equipos, a nadie puede caberle alguna duda. Hay masones, hubo masones y habrá famosos masones futbolistas como los hay carpinteros o ingenieros.
En resumen, la relación entre el fútbol y la masonería en Argentina es un tema que ha capturado la imaginación de muchos, pero carece de evidencia sólida que respalde una conexión directa. Ambos han dejado huella en la historia y la cultura del país, pero su relación específica sigue siendo motivo de especulación y análisis.