Pocas historias merecen ser mejor contadas que la de la Logia Sol de Mayo nro.8, una de las primeras logias del país que supo marcar el rumbo para otras y colaborar con la construcción de la Nación.
La masonería Argentina, como se la conoce ahora, tuvo como partida de nacimiento la constitución de la Gran Logia, el 11 de Diciembre de 1857. La constitución de la Gran Logia dio organicidad a las diversas logias, uniendo a las que actuaban en Buenos Aires y luego a éstas con las del interior del país.
Para poder formar una Gran Logia era necesaria la unión de 7 Logias. Aquel 11 de diciembre de 1857 realizaron el pacto de unión las logias “Unión del Plata”, “Confraternidad Argentina”, “Consuelo del Infortunio”, “Tolerancia”, “Regeneración”, “Lealtad” y “Constancia”, eligiendo como Gran Maestre al Dr. José Roque Pérez. A partir de ese momento, fueron numeradas en ese orden y recibieron el título de “Augusta y Respetable Logia” por ser Logias Fundadoras.
La Fundación de La Logia Sol de Mayo
El 24 de Agosto de 1858, integrantes de la Logia “Consuelo del Infortunio Nro. 3” y de la Logia “Verdadera Iniciación” levantaron columnas de la primera Logia fundada en el seno de la Gran Logia de Argentina. La “Respetable Logia Sol de Mayo”, quedaría registrada entonces en la Obediencia con el número 8.
Luego de haber documentado de que inspiraba a estos Hermanos “el decidido propósito de erigir en ese acto un templo a la virtud y consagrar los trabajos en bien de la humanidad, la caridad y la ilustración”, se procedió a la elección de autoridades, quedando constituidas con la siguiente distribución de cargos:
Venerable Maestro | Carlos Durand | Medico |
1er Vigilante | Agustín Rodríguez | Albañil |
2do Vigilante | Luis Elordy | Sub-Administrador Ferrocarril |
Orador | Benjamín Llorente | Secretario Municipalidad Bs. As. |
Secretario | José Puig y Cabrera | Propietario |
Tesorero | Eulogio Fernández | Albañil |
Hospitalario | Manuel Salvadores | Medico |
Dionisio García | Flebotomista |
Apenas transcurridos 8 días, el 2 de septiembre celebra la Logia su primera tenida. En ella se procede a la iniciación de Ignacio Miguel Segovia, Sargento Mayor del Ejército.
A partir de esta tenida inicial, los trabajos adquirieron intenso ritmo, ya que la logia se reúne 3 veces por semana para dar entrada a las nuevas solicitudes.
Entretanto, una comisión especial presidida por el V:.M:. Carlos Durand y por los Hermanos Agustín Rodríguez y Eulogio Fernández, del gremio de la construcción estos últimos, halló un edificio apropiado que alquilaron para uso exclusivo de la Logia, aunque posteriormente debieron introducirle mejoras para utilizarlo como Templo Masónico.
Sus primeras conformaciones
Desde la primera reunión constitutiva, hasta la última del período inicial y regular, la documentación de actas ofrece la evidencia de que la Respetable Logia Sol de Mayo Nro. 8, se ha caracterizado por su gran número de afiliados, lo heterogéneo de la composición social de sus integrantes y la capacidad de trabajo de los mismos, lo que la ha distinguido entre las otras logias de la obediencia.
Entre sus integrantes hubo estadistas, universitarios, científicos, militares, artistas, educadores, obreros, rentistas, comerciantes, artesanos y de todas las clases sociales. Pero todos, cada uno en su esfera de acción, dejaban de lado lo individual, para llegar invariablemente por la ruta de la tolerancia a confundirse en la meta de la búsqueda de la verdad y la justicia impulsada por el anhelo que nace de la Fraternidad.
Apoyado en esa heterogeneidad y en el ámbito fraternal del taller, los debates se enriquecieron con la diversidad de las propuestas y sus integrantes se caracterizaron por la amplitud de criterio y libertad de pensamiento.
Al cumplirse el año calendario de su fundación, las columnas de nuestra Logia se hallaban pobladas de 60 obreros, lo que permitió conceder algunas planchas de pase, para permitir la creación de otras logias y el fortalecimiento de los cuadros debilitados de otras. Por otra parte se alquiló el Templo “Sol de Mayo” a las Logias “Unión Italiana” y “Obediencia de la Ley” a fin de permitirles realizar sus tareas.
Antes de proseguir cronológicamente el relato, vamos a detenernos para reflexionar sobre las características del momento.
Orígenes de la Masonería en nuestro país
Si bien han existido logias en nuestro país en el período de la independencia y muchos de los integrantes de la revolución de Mayo y el ejército Libertador las integraban, las mismas fueron logias operativas creadas por masones criollos, formados inicialmente en logias Inglesas y Francesas (países en ese entonces enemigos de España y no católicos).
La diferencia con las logias simbólicas consistía en que por principio las logias masónicas no podían apoyar ningún movimiento político, ni definirse por alguna religión en particular.
Estas logias operativas no trabajaban igual que una logia especulativa, pues se hablaba esencialmente de política y religión para lo cual se buscaban personas que compartieran las mismas ideas y estuvieran embanderadas en lograr un objetivo determinado.
Tenían por finalidad mantener unidas a un grupo de personas ligadas a una meta común, generalmente asociada con la independencia de España de los Países de América del Sur. (Por ejemplo la Logia Lautaro tenía por objetivo la independencia de Chile).
Estos talleres masónicos podían depender de una existente en el país o en el extranjero o ser independientes. Estas últimas actuaban por su cuenta, tenían sus propósitos y los llevaban a cabo sin permiso ni autorizaciones. Una vez alcanzado ese objetivo la logia se diluía.
Es por eso que luego de ese breve período de la independencia las logias desaparecen de nuestro país hasta 1856. No podemos hablar de Masonería en esa etapa, pues las logias no estaban unidas entre sí, algunas eran antagónicas en sus objetivos y obviamente no se practicaba la tolerancia, ni la fraternidad fuera de las mismas.
Al no haber una Masonería organizada como tal, sino Logias para-masónicas operativas que se disolvieron al lograr el objetivo, la proto-masonería existente en nuestro país desapareció. La Iglesia Católica cuyos sacerdotes lograron mimetizarse en los dos bandos, logró sobrevivir y afianzarse, recuperando las tierras y el poder perdido, gracias a que en las luchas de la independencia hubo muchos sacerdotes apoyando las mismas.
Esto lo marcó claramente Esteban Echeverría, autor del Dogma socialista, libro de lectura obligada para los intelectuales Rioplatenses a mediados de 1800. Los razonamientos de Echeverría respecto a las relaciones entre Iglesia y estado fomentaron las reflexiones sobre la libertad de conciencia, contribuyendo a crear la figura del librepensador.
Si Echeverría acentuó la importancia de la libertad de conciencia y culto, Alberdi señaló la necesidad de lograr el progreso y allanar el camino de quienes debían venir de Europa a poblar nuestro inmenso territorio, puesto que de nada serviría elaborar una Constitución para que fuera “la Constitución de un desierto”.
Había que atraer pobladores ofreciéndoles una tierra donde pudieran progresar y practicar sus cultos con entera libertad. Para ello se brindaba garantías individuales, orden y tolerancia religiosa para atraer a la inmigración, madre del progreso.
En ese contexto histórico de libertad de conciencia y culto, laicismo, garantías individuales, orden y progreso se crea en Bs As la primera Logia Masónica en 1856. A 4 años de Caseros Bs As se sacudía del pensamiento único de la confederación y se recibe a los exiliados y sus ideas.
De esta manera se intentaba calmar los resentimientos de uno y otro bando poniendo en contacto las ideas y los hombres y al mismo tiempo superar el vacío cultural en que estaba sumido el país.
Las herramientas tradicionales de la Masonería, cuya mejor expresión son los usos y costumbres de las Logias y los Rituales de Tenida, facilitan la labor de reunir a los seres humanos en Cadenas de Unión, por encima de los contenciosos religiosos o políticos que tanto odio, división y guerra han provocado a lo largo de la Historia.
La República salía con dificultades del caos y la anarquía sembrados por una dictadura de casi 20 años. Comenzaba a solidificarse la llamada Organización Nacional y se vislumbraba una Argentina de orden y progreso luego de la Constitución de 1853.
Creación de la Gran logia
José Roque Pérez, quien fuera subsecretario de Rosas, quería una institución que dedicara sus esfuerzos a terminar con las discordias entre Bs As y las Provincias y a lograr la unidad nacional. Con ese objetivo funda el 11 de diciembre de 1857 la G:. L:. A:. de L:. y A:. M:. Con la participación de las primeras 7 Logias. En esa oportunidad pronunció un discurso recalcando la necesidad de unión y fraternidad para llegar a ser una gran nación.
Posteriormente logró reunir en una tenida, para otorgarles el grado 33 a Mitre, Urquiza, Sarmiento, Derqui y Gelli y Obes los que se comprometieron a trabajar para lograr una pronta y pacifica constitución definitiva de la unidad nacional.
En ese contexto de laicidad, entre otras medidas se crean los cementerios, para eliminar la exclusividad que significaban los camposantos manejados por los sacerdotes, quienes determinaban quien podía tener una cristiana sepultura, se establece el casamiento civil, luego de una dura disputa legislativa pues se alegaba que sólo era válida la unión ante Dios, y fundamentalmente, con la ley 1820 se instituye la educación gratuita, universal y laica para toda la población.
Esta quita de privilegios a la jerarquía eclesiástica, conducentes a una mayor igualdad y libertad de culto, significó el momento de mayor auge de la masonería en el país, la que duró hasta principios del siglo XX.
La orden ha tenido su momento de grandeza cuando sus miembros, interpretando el sentimiento general, han luchado en contra de los privilegios por la igualdad y la libertad de todos los hombres apoyándose en la fraternidad.
En ese contexto fue una herramienta eficaz en la guerra de la independencia y en la reorganización nacional facilitando una tolerancia religiosa que posibilitó la inmigración europea, dando paso al progreso. Dado el aumento de las desigualdades producidas en el país en los últimos años, es posible pensar en el uso de las herramientas que brinda la Orden para solucionar dichos conflictos.
Primera etapa de la Logia Sol de Mayo Nro. 8
Sin dudas el laicismo imperante en sus comienzos la ha acompañado permanentemente. Los miembros de Sol de Mayo, a lo largo de su historia, han promovido los ideales de libre pensamiento en el mundo profano, han participado en tareas de gobierno de la Orden ocupando importantes cargos en la Gran Logia.
Pero también han contribuido al quehacer político del país ejerciendo relevantes cargos en la función pública o colaborando colectivamente en algún proyecto como la creación del gremio de maquinistas “La Fraternidad”, la donación, al Q:. H:. Domingo F Sarmiento, de 1000 pesos en 1859, para la compra de libros para las bibliotecas públicas.
Si bien en esos puntos se ha sido fiel a las ideas rectoras y en el taller se han reunido hombres de los más diversos orígenes y pensamientos, no siempre se ha logrado amalgamar las diversas opiniones, por lo que frecuentemente se han enriquecido otras logias con el aporte de hermanos de Sol de Mayo que buscaban nuevos horizontes.
Así fue la primera de las dos etapas de la Respetable Logia Sol de Mayo Nro. 8. En ella fue posible la fraternal convivencia del General de Brigada de la Nación Nicolás Quirno, con el Albañil Agustín Rodríguez, o el Carpintero Baldomero Álvarez con el eminente Medico Carlos Durand, cuyo nombre lleva aun uno de los grandes hospitales de Bs As.
También se encontraba Luis ELORDI que como primer administrador del Ferrocarril del Oeste le cupo el orgullo de haber adquirido las dos primeras locomotoras “La Porteña” y “La Argentina”. Para el armado de la “Porteña” y el tendido de las vías, se contrató a los ingenieros ingleses: Juan y Tomás ALLAN respectivamente, que también fueron miembros de la Logia “Sol de Mayo” Nº 8.
Cumplido ese ciclo de fecunda acción, vio dispersarse paulatinamente sus integrantes, abate columnas y se llama a silencio momentáneamente.
Renacimiento
Otra vez, a principios de 1936, como de un pasado de injusto olvido su labor recomienza. Es el ave Fénix mitológico de la resurrección, que parece venir del abono mismo de sus cenizas, de donde surgen nuevamente sus columnas.
Llegan a ella nuevos obreros ávidos de luz y sed de sabiduría.
Bajo los auspicios del Gran Oriente Federal Argentino (GOFA), potencia que se creó el 25 de Julio de 1935, como consecuencia de las escisiones producidas en la Gran Logia de la Masonería Argentina, resurge esta gloriosa Logia.
Sus trabajos recobran fuerza y vigor bajo el mallete del Muy Respetable Hermano Jorge Cohen, Grado 33, que fue también Muy Respetable Gran Maestre del GOFA.
Pero, debilitamientos circunstanciales hacen que, ya en los principios de su Veneratura debe ser intervenido el Taller, por disposición de la Gran Maestría del GOFA, delegando en el Respetable Hermano Juan Guillermo Frassinetti, esta delicada misión. Hasta que, reorganizada y robustecida por las nuevas iniciaciones y el aporte de algunos hermanos de la Orden vuelve a tomar ritmo normal.
Un acuerdo celebrado con la Logia “Mitre”, que por entonces debilitada se disponía a abatir columnas, brindo a los escasos hermanos que en ella quedaban la posibilidad de incorporarse a “Sol de Mayo”. De ahí que al nombre de esta se interpusiera el del taller adherido, continuándose desde entonces con el de “Mitre – Sol de Mayo”, hasta que, producida la reconciliación de la familia Masónica en Argentina (el acuerdo sellado entre el GOFA y la Gran Logia de la Masonería Argentina”), se ha vuelto a la designación original de “Respetable Logia Sol de Mayo Nro. 8”.
El GOFA produjo a lo largo de su existencia entre 1935 y 1957 una activa participación en la lucha antifascista y contra las dictaduras latinoamericanas.
Su sede en Sarmiento 1874, se transformó en un baluarte antifascista. Socorrió exiliados, ayudó a movimientos de rebeldía popular, combatió al clericalismo y los regímenes militaristas, defendió a la República Española y a los movimientos independentistas y democratizadores estableciendo una red masónica continental desde México a Tierra del Fuego.
El GOFA organizó la Oficina de Prensa al Servicio de la República; el Centro Republicano Español, en Buenos Aires, con varias filiales en el interior y alentó la actividad del Patronato Español de Ayuda a las Víctimas Antifascistas (PEAVA). El GOFA se fusionó en 1957 con la Gran Logia, reunificando a la Masonería Argentina.
Principios y valores de la Logia Sol de Mayo
Nuestros principios son el respecto a los demás y a uno mismo, la libertad absoluta de la conciencia. Al considerar las concepciones metafísicas como pertenecientes al ámbito exclusivo de la apreciación individual, rechazamos toda afirmación dogmática.
A lo largo de sus 150 años de existencia se han generado grupos a la vez distantes y presentes en el mundo, cuyos rasgos identificatorios han sido la búsqueda del conocimiento y el uso de prácticas rituales. Su identidad está definida por rasgos tales como la importancia asignada al amor fraternal, la complementariedad entre las reflexiones simbolistas y sociales, y la libertad de la que gozan los Hermanos en su trabajo en común.
Podríamos entonces definir a la Logia Sol de Mayo Nro. 8, como una sociedad a la vez fraternal, iniciática y humanista.
La Logia Sol de Mayo Nro. 8 es, en primer lugar y sobre todo, una Fraternidad, ya que sus miembros, forman una familia elegida, solidaria e igualitaria.
Es asimismo un grupo iniciático porque propone, tras un paso que simboliza un cambio de estado (del profano al masónico), un método de trabajo y una búsqueda filosófica, vividos en una disciplina de grupo libremente consentida.
Todos estos procesos están destinados a ayudar, por un juego de analogías y de interpretaciones personales, a descifrar el mundo y a buscar el sentido de la existencia. Esta función es otro de los componentes esenciales de su identidad. Consideramos que la iniciación es sobre todo una liberación, no una revelación.
Por último, La Logia de Sol de Mayo es una instancia humanista, un lugar de resonancia social y de reflexión. Sus integrantes, como individuos, están presentes y trabajan para la comunidad. Esto les conduce a mejorar tanto al Hombre como a la Sociedad, a extender los lazos de la fraternidad masónica por todo el planeta, a traducir en términos de luchas ideológicas la exigencia humanista, por la Libertad, la Igualdad, la Paz y la Justicia.
Su compromiso se orienta a la emancipación de las conciencias, y no a la eventual salvación de las almas. Su concepción es un equilibrio entre el enfoque iniciático íntimo y el compromiso ciudadano.
La Logia Sol de Mayo en la actualidad
Una Logia con una fuerte orientación hacia la “Fraternidad” y la “Libertad de Pensamiento” e involucrada en la formación de cuadros para la dirección de la Institución.
Cuando hablamos de fraternidad, no lo hacemos sólo en el sentido de suavizar los ímpetus, sino en el sentido militante de luchar contra el principio paternal de dominación sustentado por los regímenes autoritarios, al que oponemos el principio fraternal de igualdad y división de poder de los gobiernos republicanos tal como lo hemos demostrado a lo largo de nuestra historia, con el apoyo a los exilados de la Republica Española, la hermandad con la Logia Cipolone en Italia, en contra del fascismo y nuestra participación en el GOFA en oposición a la tiranía y las dictaduras.
En cuanto a la libertad de pensamiento, entendida como el pensar sin sometimiento a dogma alguno, lo vemos reflejado en el cuadro de dibujos mediante la Escala de Jacob que simboliza precisamente el deseo de todo masón de elevarse en los planos intelectuales, morales y espirituales.
Esa elevación comienza con el conocimiento de Ia verdad sobre el mundo que rodea al hombre. Un mundo que es como Ia piedra sobre Ia que Jacob apoyó su cabeza.
Cualquiera sea el sentido metafísico que se le otorgue a esta búsqueda de la verdad, a este desbastar Ia piedra bruta, debe coincidirse en que el simbolismo masónico es una puerta que nos permite entrar en un mundo nuevo y el ritual es el que nos conduce y nos ordena. Símbolos y rituales son un medio para permitirle al hombre saber cómo es, dónde está, y hacia donde va.
El futuro de Sol de Mayo
Debemos dirigir el trabajo a la toma de conciencia de la necesidad de desarrollar el simbolismo y el trabajo ritual, para lograr en nosotros la mejora interior, pero, sabiendo que todo ello pierde significación si no es articulado en cuestiones concretas, en acciones dentro y fuera del taller que demuestren el crecimiento de los HH:. en los 3 grados.
Nuestro taller es el lugar donde fraternalmente debemos plantear nuestras dudas, aprender de la diversidad de nuestros debates y lograr de este modo una mayor amplitud de criterio. En definitiva para poder pensar….. A ello debe tender el pulimiento de la piedra bruta.
Solo una formación masónica destinada a pensar, discutir y proponer soluciones transformadoras y nuestra presencia activa en la Orden hará factible, que estos 150 años de trabajo masónico que ha tenido nuestra logia hayan valido el esfuerzo de los que nos precedieron y poder imaginar un futuro junto.
No para estar juntos a pesar de todo, sino para estar juntos en el sentido de restablecer perdidos vínculos comunitarios, para imaginar un proyecto de vida diferente.