“Los actos buenos y justos son el mejor sacrificio que puedes ofrecer al Señor Sabio”
La figura de Zoroastro (o Zaratustra), el mítico profeta y fundador del zoroastrismo, emerge en la historia como una de las más enigmáticas y trascendentales de la espiritualidad humana. Su doctrina, centrada en la lucha entre el bien y el mal, la búsqueda de la sabiduría y la exaltación de la verdad, resuena profundamente con los ideales de la masonería.
El contexto histórico y el origen de Zoroastro
Zoroastro vivió en un período que se estima entre el 1500 y el 1000 a.C., aunque las fuentes históricas no son concluyentes. Su mensaje floreció en una región que hoy corresponde a Irán, en un entorno dominado por creencias politeístas y rituales tribales. Frente a este panorama, Zoroastro presentó una visión monoteísta y ética, centrada en Ahura Mazda, el “Señor Sabio”.
La historia de Zoroastro no solo es relevante por su dimensión religiosa, sino también por su simbolismo. Según la tradición, experimentó una revelación divina a los treinta años, marcando un punto de inflexión en su vida. Esta epifanía puede interpretarse como un símbolo de iluminación, una etapa en la que el individuo trasciende las sombras de la ignorancia para abrazar la luz del conocimiento, un principio profundamente masónico.
Los principios fundamentales del zoroastrismo
La doctrina de Zoroastro se articula en torno a la dicotomía entre el bien y el mal, representados por Ahura Mazda y Angra Mainyu (el Espíritu Destructivo). Este dualismo refleja el constante enfrentamiento entre la luz y la oscuridad, un concepto que la masonería adopta y transforma en el viaje del aprendiz hacia la sabiduría.
Algunos de los principios centrales del zoroastrismo son:
Humata, Hukhta, Huvarshta: Pensamientos, palabras y acciones correctas. Estos tres pilares resuenan con el ideal masónico de la perfección moral y la búsqueda de la virtud. Asha (Verdad y Orden Cósmico): Para Zoroastro, la verdad era el principio rector del universo. Este concepto se alinea con el compromiso masónico de buscar la verdad como la máxima aspiración. Libertad de elección: El zoroastrismo enfatiza la responsabilidad personal en la elección entre el bien y el mal, un eco de la autonomía moral que la masonería fomenta en sus miembros.
Zoroastro y la masonería
Desde un enfoque masónico, Zoroastro puede entenderse como un arquetipo del iniciado. Su vida representa el viaje del buscador que, tras una etapa de ignorancia, alcanza la iluminación a través de la revelación y el conocimiento. Este proceso se refleja en los grados masónicos, donde el aprendiz progresa hacia niveles más altos de entendimiento y servicio a la humanidad.
La luz como símbolo central: La luz es un tema recurrente tanto en el zoroastrismo como en la masonería. Para Zoroastro, Ahura Mazda es la fuente de luz y sabiduría, mientras que en la masonería, la luz simboliza el conocimiento y la verdad que disipan las sombras de la ignorancia. El templo del hombre: En el zoroastrismo, la lucha interna entre el bien y el mal simboliza el esfuerzo por construir un “templo interior” donde reine la virtud. En la masonería, la construcción del templo de Salomón es una metáfora del trabajo espiritual del iniciado. El fuego sagrado: Para los zoroastrianos, el fuego es un símbolo de pureza y de la presencia divina. Este simbolismo se encuentra en la masonería en el uso de la llama como representación del espíritu humano y la búsqueda de la perfección.
La influencia de Zoroastro en el pensamiento occidental
El impacto de Zoroastro no se limitó a su contexto cultural inmediato. Su filosofía permeó las tradiciones esotéricas y místicas de Occidente a través de los contactos culturales con Grecia y Roma, y posteriormente con el pensamiento renacentista y las corrientes de la Ilustración. Platón, por ejemplo, se interesó en la dualidad zoroastriana, y Nietzsche, en su libro “Así habló Zaratustra”, reinterpretó al profeta como una figura simbólica de renovación espiritual y moral.
Desde una mirada masónica, la reinterpretación de Zoroastro por Nietzsche puede verse como un llamado al masón para superar sus limitaciones personales y abrazar un ideal de superación y servicio a la humanidad.
Zoroastro y la actualidad
En el mundo contemporáneo, la filosofía de Zoroastro sigue siendo relevante. Su énfasis en la verdad, la responsabilidad individual y el compromiso con el bien universal ofrece una brújula moral en un tiempo de crisis ética.
Para la masonería, Zoroastro representa un modelo de virtud, sabiduría y compromiso con la humanidad. Su mensaje inspira a los masones a continuar trabajando en la construcción de un mundo mejor, basándose en los principios de la fraternidad, la verdad y la justicia.
Zoroastro, como profeta, filósofo e iniciado, encarna los ideales de luz y sabiduría que la masonería busca perpetuar en sus enseñanzas. Su vida y doctrina, ricas en simbolismo y profundidad ética, ofrecen lecciones eternas para quienes buscan el perfeccionamiento personal y colectivo.
En la logia masónica, cada iniciado encuentra en la historia de Zoroastro una invitación a caminar en la luz, a abrazar la verdad y a trabajar incansablemente por el bien de la humanidad, recordando siempre que la construcción del templo interior es un esfuerzo continuo y trascendente. Así, Zoroastro no solo pertenece a la historia, sino que vive en cada búsqueda de la luz y la verdad.