Quiere a todos los hombres como si fueran tus propios hermanos.
Código moral masónico
La máxima “Quiere a todos los hombres como si fueran tus propios hermanos” refleja un principio de fraternidad y solidaridad, valores fundamentales en la filosofía masónica. Esta enseñanza se alinea con la idea de tratar a los demás con respeto y compasión, promoviendo la igualdad y la unidad entre los seres humanos.
Desde nuestra perspectiva como masones, esta máxima refleja la importancia de cultivar relaciones basadas en la fraternidad universal, donde se busca el bienestar y la armonía entre todos los individuos. Los masones buscamos trascender las diferencias para construir una sociedad fundamentada en la justicia, la igualdad y el amor fraternal.
Filósofos como Immanuel Kant podrían respaldar esta idea, ya que su ética se centra en el deber moral y el respeto hacia los demás como seres racionales. Kant abogaba por tratar a cada persona como un fin en sí misma, y no simplemente como un medio para alcanzar fines personales.
Por otro lado, la filosofía existencialista de Jean-Paul Sartre podría agregar una dimensión interesante al análisis. Aunque Sartre no fue masón, su enfoque en la responsabilidad individual y la autenticidad podría resonar con la idea de amar a los demás como hermanos, reconociendo la libertad y la responsabilidad de cada persona en la construcción de relaciones significativas.
“No adules a tu hermano, porque es una traición; si tu hermano te adula, teme que te corrompa”
Código moral masónico
La máxima “No adules a tu hermano, porque es una traición; si tu hermano te adula, teme que te corrompa” sugiere una reflexión profunda sobre la naturaleza de las relaciones fraternales, advirtiendo sobre los peligros de la adulación y la reciprocidad en la ayuda. Este enunciado invita a considerar la autenticidad y la integridad en las interacciones, ofreciendo un punto de partida para un análisis que incorpora nuestra visión como masones y un enfoque filosófico.
Desde nuestra perspectiva como masones, la advertencia contra la adulación podría relacionarse con el énfasis en la sinceridad y la honestidad en la fraternidad. Los masones valoramos la transparencia en las relaciones, buscando construir una comunidad basada en la confianza mutua y el respeto genuino. La adulación la interpretamos como una forma de engaño que socava estos principios fundamentales.
La idea de temer la corrupción al ser adulado por un hermano se conecta con la preocupación masónica por la integridad moral. Los masones abogamos por la búsqueda de la verdad y la rectitud, y la posibilidad de ser corrompido a través de la adulación implica una desviación de estos principios éticos.
La perspectiva filosófica
Desde una perspectiva filosófica, la advertencia contra la adulación podría resonar con las ideas de Immanuel Kant sobre la ética. Kant abogaba por actuar según el deber moral y no dejarse influenciar por inclinaciones personales o halagos. La advertencia reflejaría la importancia de mantenerse fiel a principios éticos, incluso frente a lisonjas.
La noción de temor a la corrupción al ser adulado podría conectarse también con la filosofía existencialista de Jean-Paul Sartre. Ya que Sartre enfatizaba la responsabilidad individual y la autenticidad en la toma de decisiones. El temor a ser corrompido por la adulación se interpreta como la pérdida de la autenticidad al dejarse influenciar por las opiniones de los demás en lugar de actuar desde la propia autenticidad.
En resumen, la máxima destaca la importancia de la honestidad y la autenticidad en las relaciones fraternales, señalando los posibles peligros de la adulación y la reciprocidad interesada. Desde nuestra perspectiva como masones, esto se alinea con la promoción de la sinceridad y la integridad en la fraternidad, mientras que las aportaciones filosóficas de Kant y Sartre nos ofrecen matices sobre la importancia de actuar según principios éticos y mantener la autenticidad en las interacciones humana