Las Constituciones de Anderson, publicadas por primera vez en 1723, son uno de los documentos fundacionales más importantes de la masonería especulativa moderna. Compiladas por James Anderson, estas constituciones sentaron las bases organizativas y filosóficas de la masonería tal como se practica hoy en día. Este trabajo examina en detalle qué son las Constituciones de Anderson, su importancia, el contexto histórico en el que se instauraron y por qué se llaman así.
La Transición de la Masonería Operativa a la Especulativa
Para entender la importancia de las Constituciones de Anderson, es crucial primero conocer el contexto histórico de la masonería a principios del siglo XVIII. La masonería operativa, que tenía sus raíces en las guildas de constructores medievales, comenzó a evolucionar hacia la masonería especulativa, donde la construcción literal fue reemplazada por la construcción simbólica del carácter y la moralidad. Este cambio fue influenciado por la Ilustración, un periodo caracterizado por el énfasis en la razón, la ciencia y el progreso.
“Fundación de la Gran Logia de Londres”
El 24 de junio de 1717, cuatro logias masónicas en Londres se unieron para formar la primera Gran Logia de Inglaterra, marcando el nacimiento oficial de la masonería especulativa. Esta organización necesitaba una estructura y unas reglas claras para guiar su funcionamiento y asegurar la cohesión entre sus miembros.
“Creación de las Constituciones de Anderson”
En 1721, la Gran Logia de Inglaterra encargó al reverendo James Anderson, un ministro presbiteriano y masón activo, la tarea de compilar un conjunto de reglas y regulaciones para gobernar la orden. Anderson trabajó en colaboración con otros masones prominentes, incluyendo a Jean Théophile Desaguliers, un científico y clérigo que también fue un gran defensor de la masonería especulativa.
Las Constituciones de Anderson fueron finalmente publicadas en 1723 bajo el título completo de “The Constitutions of the Free-Masons, Containing the History, Charges, Regulations, &c. of that Most Ancient and Right Worshipful Fraternity”. Una segunda edición revisada fue publicada en 1738.
Contenido de las Constituciones de Anderson
“Historia Legendaria”
La primera parte de las Constituciones de Anderson ofrece una historia legendaria de la masonería, rastreando sus orígenes desde la construcción del Templo de Salomón hasta su llegada a Europa y su evolución en las guildas medievales. Aunque esta historia no es históricamente precisa, sirve para establecer una tradición y una continuidad para la fraternidad.
“Antiguos Deberes y Regulaciones”
La sección más importante de las Constituciones de Anderson es la que detalla los “Antiguos Deberes” (Old Charges), que son reglas y principios que los masones deben seguir. Estos incluyen:
- Deberes hacia Dios y la religión: La masonería no impone una religión específica, pero requiere que sus miembros crean en un Ser Supremo.
- Deberes hacia el soberano y el gobierno civil: Los masones deben ser ciudadanos leales y obedecer las leyes de su país.
- Deberes hacia la logia y los hermanos masones: Los masones deben comportarse con rectitud y fraternidad, manteniendo la paz y la armonía dentro de la logia.
- Deberes hacia el propio comportamiento: Los masones deben ser virtuosos y evitar comportamientos inmorales.
Reglamentos Generales
Las Constituciones también incluyen un conjunto de reglamentos generales que detallan la estructura y el funcionamiento de las logias, la elección de oficiales, la realización de reuniones y otros aspectos administrativos.
Importancia de las Constituciones de Anderson
“Estandarización y Cohesión”
Uno de los mayores logros de las Constituciones de Anderson fue la estandarización de las prácticas masónicas. Antes de su publicación, las logias operaban de manera bastante autónoma, con variaciones significativas en sus rituales y regulaciones.
Las Constituciones proporcionaron un marco común que ayudó a unificar la fraternidad y asegurar la coherencia en su crecimiento.
“Filosofía Ilustrada”
Las Constituciones de Anderson también reflejan los valores de la Ilustración, promoviendo la razón, la moralidad y la búsqueda del conocimiento. Al enfatizar la tolerancia religiosa y la lealtad cívica, las Constituciones ayudaron a posicionar a la masonería como una organización progresista y respetuosa de la ley.
“Fundamento Legal y Organizativo”
Las Constituciones establecieron una base legal y organizativa para la masonería, permitiendo la creación de una estructura jerárquica con la Gran Logia en la cima, supervisando las logias individuales. Este modelo organizativo fue adoptado posteriormente por otras jurisdicciones masónicas en todo el mundo.
Razón del Nombre: “Constituciones de Anderson”
Las Constituciones reciben su nombre de James Anderson, quien las compiló y editó. Aunque trabajó con otros masones en su redacción, su nombre quedó asociado de manera indisoluble con el documento debido a su papel prominente en su creación y publicación.
“Simbolismo y Alegoría”
Desde una perspectiva masónica, las Constituciones de Anderson son más que un simple conjunto de reglas; son un documento cargado de simbolismo y alegoría. La historia legendaria de la masonería conecta a los masones modernos con sus supuestos antepasados constructores, subrayando la importancia de la continuidad y la tradición.
“Moralidad y Ética”
Los “Antiguos Deberes” enfatizan principios morales y éticos que son fundamentales para la identidad masónica. Estos principios no solo guían el comportamiento de los masones dentro de la logia, sino que también se espera que los apliquen en su vida diaria, promoviendo la justicia, la igualdad y la fraternidad.
“Tolerancia y Universalidad”
Las Constituciones también destacan la tolerancia y la universalidad de la masonería. Al no imponer una religión específica y promover la inclusión de personas de diversas creencias, las Constituciones sentaron las bases para una fraternidad verdaderamente universal.
Las Constituciones de Anderson son un documento fundamental en la historia de la masonería, proporcionando una base organizativa, filosófica y moral que ha guiado a la fraternidad durante siglos. Su importancia radica no solo en su contenido, sino también en el contexto histórico en el que fueron creadas y en la manera en que han ayudado a dar forma a la masonería moderna. Al reflexionar sobre las Constituciones de Anderson, los masones pueden apreciar la profundidad y la riqueza de su tradición, así como el compromiso continuo con los valores de la razón, la moralidad y la fraternidad.
