“La persecución a los masones en la España franquista”

La figura de Francisco Franco y la persecución a los masones en la España franquista representa uno de los episodios más oscuros de la historia reciente de España, en el que la represión se ejerció de manera sistemática y brutal contra un amplio espectro de la sociedad, incluyendo a los miembros de la masonería. Este trabajo abordará la persecución masónica en el contexto de la dictadura franquista, proporcionando un análisis detallado de las razones históricas, políticas y culturales que llevaron a Franco a convertir a los masones en uno de sus principales enemigos. Asimismo, se explorará cómo esta persecución afectó a la masonería en España, así como el legado de esta represión en la memoria histórica.

 

Contexto Histórico: La Masonería en España antes de Franco

Para comprender la persecución a la masonería durante el régimen franquista, es esencial analizar primero el contexto histórico de la masonería en España antes de la Guerra Civil. La masonería, una sociedad secreta con raíces en la Europa del siglo XVIII, llegó a España a finales del siglo XVIII y principios del XIX, y desde sus inicios fue vista con recelo por las autoridades religiosas y políticas del país. La Iglesia católica, que dominaba la vida espiritual y social de España, consideraba a la masonería como una amenaza debido a su carácter laico y su defensa de principios como la libertad, la igualdad y la fraternidad, que desafiaban el orden social tradicional.

Durante el siglo XIX, la masonería se vinculó estrechamente con los movimientos liberales y republicanos que luchaban por la modernización de España y la limitación del poder de la Iglesia y la monarquía. Este vínculo con el liberalismo y el anticlericalismo exacerbó aún más la hostilidad hacia los masones, que fueron objeto de repetidas campañas de difamación y represión. Sin embargo, a pesar de la oposición, la masonería logró establecerse en España y desempeñó un papel importante en la vida política y social, con miembros destacados en las filas del liberalismo, la intelectualidad y el republicanismo.

 

La Guerra Civil Española y el Ascenso de Franco

La Guerra Civil Española (1936-1939) fue un conflicto que dividió al país entre las fuerzas republicanas, que incluían a socialistas, comunistas, anarquistas y republicanos, y las fuerzas nacionalistas lideradas por Francisco Franco, que contaban con el apoyo de sectores conservadores, monárquicos y la Iglesia católica. Franco, un general militar de orientación ultraconservadora, se alzó como el líder de los nacionalistas y, tras la victoria en la guerra, estableció una dictadura que perduró hasta su muerte en 1975.

 

 

 

Durante la Guerra Civil, Franco y su círculo de allegados desarrollaron una visión del conflicto que lo enmarcaba como una cruzada contra los enemigos de la “civilización cristiana”. Esta narrativa incluyó a los masones como parte de una supuesta conspiración internacional que, según Franco, buscaba destruir a España, su religión y sus valores tradicionales. Esta percepción de la masonería como un enemigo interno e internacional fue alimentada por la propaganda franquista, que la presentó como una organización subversiva, anticatólica y antiespañola.

 

El Franquismo y la Persecución a los Masones

Tras la victoria franquista en 1939, comenzó una brutal represión contra todos aquellos que habían apoyado a la República o que se consideraban enemigos del nuevo régimen. Los masones fueron uno de los grupos más perseguidos, y Franco promulgó en 1940 la Ley de Represión de la Masonería y el Comunismo, un marco legal que institucionaliza la persecución de los masones y otros grupos políticos. Esta ley creó el Tribunal Especial para la Represión de la Masonería y el Comunismo, que tenía como objetivo identificar, detener y procesar a los miembros de la masonería y de organizaciones comunistas.

La ley y el tribunal establecían severas penas para aquellos que fueran identificados como masones, incluyendo largas condenas de prisión, confiscación de bienes y, en algunos casos, la pena de muerte. La represión no se limitó a los masones activos, sino que se extendió a cualquier persona que hubiera tenido alguna conexión con la masonería, incluso si había abandonado la organización años antes. Muchos masones fueron arrestados, torturados y ejecutados, y sus familias sufrieron también las consecuencias de la represión, enfrentando el estigma social y la confiscación de sus propiedades.

 

 

Razones Ideológicas y Políticas de la Persecución

La obsesión de Franco con la masonería se deriva de una combinación de factores ideológicos, personales y políticos. Desde un punto de vista ideológico, Franco compartía la visión de la Iglesia católica sobre la masonería como una organización herética y subversiva. Además, el dictador estaba profundamente influenciado por teorías de conspiración que veían a la masonería como parte de un complot judío-masónico-comunista para dominar el mundo, una idea que había circulado en Europa desde finales del siglo XIX y que fue popularizada por el nazismo.

A nivel personal, Franco tenía un odio visceral hacia la masonería, en parte debido a su creencia de que los masones habían conspirado para impedir su ascenso militar y político. Esta percepción se vio reforzada por la pertenencia de varios líderes republicanos a la masonería, lo que llevó a Franco a identificar la masonería con la República y, por extensión, con todos los males que, según él, había traído la República a España.

Políticamente, la persecución a la masonería también sirvió a Franco para consolidar su poder. Al presentar a los masones como enemigos de España, Franco justificaba la represión y creaba un enemigo común que unificaba a los sectores más conservadores de la sociedad española. Además, la represión de los masones y otros grupos considerados subversivos permitió a Franco eliminar cualquier oposición a su régimen y asegurar su control absoluto sobre el país.

 

Consecuencias de la Persecución para la Masonería en España

La persecución de la masonería durante el franquismo tuvo un impacto devastador en la organización en España. Muchas logias fueron desmanteladas, y los masones que no fueron encarcelados o ejecutados se vieron obligados a exiliarse o a continuar sus actividades en la clandestinidad. La represión también tuvo un efecto paralizante en la cultura política y social del país, ya que la masonería había sido una fuente importante de ideas liberales, progresistas y republicanas.

Durante los años del franquismo, la masonería prácticamente desapareció de la vida pública española, y su legado fue distorsionado por la propaganda del régimen, que la presentó como una organización criminal y anticristiana. Esta distorsión persiste en parte hasta hoy, y la masonería en España sigue enfrentando desafíos para reconstruir su imagen y su influencia en la sociedad.

 

La Masonería Española en el Exilio y la Resistencia

A pesar de la brutal represión, la masonería española no desapareció por completo. Muchos masones se exiliaron en países como Francia, México y Argentina, donde continuaron sus actividades y establecieron logias en el exilio. Estas logias jugaron un papel importante en la resistencia contra el franquismo, proporcionando un espacio para la reflexión, la organización y la solidaridad entre los exiliados. Además, la masonería en el exilio contribuyó a mantener viva la memoria de la República y a promover la causa de la libertad y la democracia en España.

En la clandestinidad, algunos masones continuaron sus actividades dentro de España, a pesar del riesgo de ser descubiertos y perseguidos. Estas actividades clandestinas fueron limitadas y peligrosas, pero demostraron la resiliencia y el compromiso de los masones con sus principios y su deseo de ver una España libre y democrática.

 

 

El Legado de la Persecución Masónica en la España Contemporánea

La dictadura franquista dejó una huella profunda en la historia y la memoria de España, y la persecución a los masones es uno de los capítulos más dolorosos de ese legado. Con la transición a la democracia en la década de 1970, la masonería comenzó a resurgir en España, pero ha enfrentado numerosos desafíos para recuperar su lugar en la sociedad. El estigma asociado a la masonería debido a décadas de propaganda franquista, junto con la pérdida de miembros y la destrucción de su infraestructura, han dificultado su revitalización.

Sin embargo, en los últimos años ha habido un renovado interés por la historia de la masonería en España y por el reconocimiento de las víctimas de la persecución franquista. La recuperación de la memoria histórica y la apertura de archivos han permitido una mayor comprensión de la magnitud de la represión masónica y de la importancia de la masonería en la historia política y social de España. Además, la masonería española ha trabajado para reconstruir su legado y reafirmar su compromiso con los valores de libertad, igualdad y fraternidad en la España contemporánea.

La persecución a los masones bajo el régimen de Francisco Franco fue un episodio de represión brutal que dejó cicatrices profundas en la historia de España y en la masonería española. Impulsada por una combinación de motivos ideológicos, personales y políticos, la represión franquista buscó erradicar a la masonería como parte de un esfuerzo más amplio por consolidar un régimen autoritario y ultraconservador. A pesar de los esfuerzos por destruir la masonería, esta sobrevivió en el exilio y en la clandestinidad, y su legado continúa siendo relevante en la España democrática.