La critica

“Siempre que estés a punto de encontrar un defecto en alguien, hazte la siguiente pregunta, ¿qué defecto mío se parece más al que estoy a punto de criticar?”

 

El análisis de la frase de Marco Aurelio desde el enfoque masónico, nos ofrece una rica oportunidad para explorar la ética, la introspección y el autoconocimiento en el contexto de la tradición iniciática y filosófica de la Masonería. Este ensayo abordará el significado de la frase, su relación con los principios masónicos, y cómo puede servir como una guía para el desarrollo personal y moral dentro de la logia y en la vida cotidiana.

 

 

Contexto histórico y filosófico

 

Marco Aurelio, emperador romano y filósofo estoico, es conocido por su obra “Meditaciones”, un conjunto de reflexiones personales que ofrece una visión profunda de la vida y la moral desde la perspectiva estoica. Su pensamiento refleja la importancia de la virtud, la razón y el autocontrol, principios que resuenan fuertemente con la filosofía masónica. En este contexto, la frase sugiere un ejercicio de introspección, invitando a reconocer en uno mismo los defectos que se tienden a criticar en los demás.

 

La introspección es una herramienta fundamental tanto en la filosofía estoica como en la masonería. Mientras que el estoicismo busca la tranquilidad mental y la virtud mediante la aceptación de la naturaleza humana y el control de las pasiones, la masonería enfatiza el autoconocimiento y la mejora personal como caminos hacia la perfección moral. Esta convergencia entre ambas tradiciones subraya la importancia de la autoevaluación como un medio para alcanzar un estado de ser más elevado.

 

En la masonería, el proceso de autoconocimiento es esencial para el trabajo del masón. La frase de Marco Aurelio puede interpretarse como una exhortación a la práctica de la introspección, un concepto que se refleja en los rituales y enseñanzas masónicas. El masón debe de ser constantemente alentado a “pulir la piedra bruta”, es decir, a trabajar en sus imperfecciones y defectos para acercarse a un ideal de perfección moral. En este sentido, la frase invita al masón a mirar dentro de sí mismo antes de criticar a los demás, reconociendo que los defectos observados en otros pueden ser un reflejo de sus propias debilidades.

 

Este enfoque no sólo fomenta la humildad, sino que también refuerza la fraternidad, uno de los pilares fundamentales de la masonería. Al reconocer en los demás nuestras propias imperfecciones, desarrollamos una mayor empatía y comprensión, lo que fortalece los lazos fraternos dentro de la logia. La crítica constructiva, que es parte integral de la formación masónica, se basa en este principio de autocrítica y respeto mutuo.

 

 

 

Simbolismo y Rituales

 

El simbolismo masónico está repleto de referencias al trabajo interno y a la mejora personal. La piedra bruta representa al iniciado en su estado natural, con todas sus imperfecciones y defectos. A medida que progresa en su camino, el masón trabaja para esculpir esta piedra, eliminando sus defectos a través del estudio, la reflexión y la práctica de las virtudes. La frase de Marco Aurelio, en este contexto, actúa como un recordatorio constante de la necesidad de este trabajo interno. Antes de buscar corregir a los demás, el masón debe mirar hacia adentro y trabajar en sus propias imperfecciones.

 

Además, la masonería enseña que el templo que cada masón construye no es un edificio físico, sino su propio ser. Las herramientas simbólicas como el mazo y el cincel se utilizan para ilustrar el trabajo constante y la disciplina necesaria para perfeccionarse. La introspección sugerida por Marco Aurelio es equivalente a la utilización de estas herramientas para pulir los defectos propios, una tarea que es central en el viaje del masón hacia la perfección moral.

 

 

 

Ética masónica y aplicación en la vida cotidiana

 

Desde una mirada ética, la frase de Marco Aurelio refuerza la importancia de la autoexaminación como un preámbulo para la acción moral. En la vida diaria de un masón, esta práctica puede ayudar a evitar juicios precipitados y críticas injustas hacia los demás. Al reflexionar sobre nuestras propias imperfecciones antes de señalar las de los demás, promovemos un ambiente de comprensión y crecimiento mutuo, tanto dentro como fuera de la logia.

 

Además, esta actitud de autoevaluación y moderación en la crítica está alineada con el principio masónico de “amor fraternal”. La fraternidad masónica se basa en el respeto mutuo, la tolerancia y la compasión. Reconocer que todos estamos en un proceso de aprendizaje y mejora ayuda a mantener la armonía dentro de la logia y a fomentar un entorno donde cada miembro se siente apoyado en su camino personal.

 

El análisis de la frase de Marco Aurelio desde un enfoque masónico revela cómo la introspección y el reconocimiento de nuestras propias imperfecciones son fundamentales para el desarrollo moral y ético. En la masonería, este proceso de autoconocimiento es esencial para el perfeccionamiento personal y para la construcción de un carácter sólido y virtuoso. La frase nos recuerda que antes de criticar a los demás, debemos mirar hacia adentro y trabajar en nuestros propios defectos, promoviendo así un ambiente de comprensión, humildad y fraternidad.

 

Este enfoque no sólo es aplicable dentro de la logia, sino que también es una guía valiosa para la vida cotidiana, ayudando a los masones a vivir de acuerdo con los más altos ideales de la fraternidad y la virtud.