Junto a la niñez del 1906
A principios de siglo, exactamente el 14 de septiembre de 1905, hace ya 95 años, un grupo de amigos liderados por el filántropo D. Guillermo M. CORDES DURÁN, preocupados por el oscuro destino de una niñez desvalida, crea un asilo de huérfanos. Las bases del Hogar Bernardino Rivadavia están puestas. Todos se comprometieron a tener listo el proyecto lo antes posible.
En mayo de 1906, la Comisión había terminado el proyecto basado en instituciones similares, existentes en otros países, es decir, poner en funcionamiento un edificio arquitectónicamente apto, y moralmente puro, con el fin de dar una educación esmerada a la mayor cantidad posible de niños huérfanos.
El 12 de julio de 1906, quedó constituida así la Asociación Civil HOGAR BERNARDINO RIVADAVIA, por iniciativa de los miembros de la Masonería Argentina.
Los Estatutos definitivos fueron aprobados por decreto del P.E.N. Nº 21320 del 6 de abril de 1914, por el cual se concedió al Hogar Bernardino Rivadavia, Personería Jurídica.
Tratando siempre de albergar mejor a los niños, se decide construir en el predio que, con vistas al futuro, había sido adquirido en 1914, un nuevo edificio en la calle Rivadavia 470 (B1809AZJ) Máximo Paz, partido de Cañuelas; Ruta Nacional 205, Km.47.3
El 7 de noviembre de 1953 se coloca su piedra fundamental, y por fin llegó el gran día: el 2 de diciembre de 1956 el nuevo Hogar es inaugurado con la presencia de autoridades nacionales, provinciales, amigos y vecinos.
El Predio
La superficie del Hogar Bernardino Rivadavia es de 15 hectáreas. El edificio central tiene 850 metros cuadrados, donde funcionan, los dormitorios para los asistidos distribuidos por edades, un salón de actos, la biblioteca que tiene en sus anaqueles, 2000 libros, aulas, comedor, cocina, lavadero, ropería y baños.
Una sala de computación con equipos modernos nos permite que dictemos cursos para que nuestros jóvenes se capaciten y esté más preparados para una vida cada vez más exigente.
En un amplio parque arbolado, se instaló un tanque australiano, utilizado para el riego de la huerta -en la que se cultiva la mayoría de las verduras necesarias para el consumo del Hogar- y en el verano como piscina por los chicos. Además, se crían vacas, novillos, cerdos, gallinas, patos y conejos que cubren las necesidades de carne, leche y huevos.
Tanto el cultivo de la huerta, como las demás actividades, son cumplidos por los mismos chicos, como una forma de enseñanza de rutina, obligaciones y posibilidades para su futura salida laboral. Dicho proyecto es llevado a cabo en concordancia con la nueva Ley de Educación Ambiental Integral de la República Argentina
El Hogar Bernardino Rivadavia.
Somos una institución dedicada a rescatar menores de la calle, con toda la rudeza que estas palabras pueden tener.
Muchachos que viven una situación de pobreza extrema, que parecen hombres grandes y que ya han vivido varias vidas. Destino oprobioso para estos chicos, que no cumplieron todavía los dieciocho años…
Para nosotros son primordiales la educación y el aprendizaje de normas, conductas y rutinas, que permitan formar hombres de bien, que puedan insertarse y convivir de acuerdo con principios éticos para cualquier sociedad humana civilizada. En él, se les brindan a los niños, las bases para que en su momento logren una salida laboral honorable; una grata tarea en la cual la Dirección colabora en forma personal para hacerla realmente efectiva.
Si bien la cantidad de niños alojados fluctúa, puede estimarse un promedio de 45 internos, bajo la supervisión del Consejo Federal de Niñez, Adolescencia y Familia, provenientes en la mayoría de los casos de Juzgados de Menores; los jóvenes a nuestro cargo, reciben diariamente controlados por una nutricionista, desayuno, almuerzo, merienda y cena.
Se los provee de la ropa necesaria, libros y útiles escolares. Obligatoriamente, de acuerdo con sus posibilidades intelectuales, los niños concurren a las escuelas públicas de la zona.
Un staff de profesionales integrado por educadores, médicos, y colaboradores experimentados, permiten un adecuado control de los muchachos.
El Hogar posee un régimen de puertas abiertas, con un sistema no represivo, que hace que prácticamente no se registren deserciones, y que de alguna manera los internos lo consideren como el hogar que su familia biológica, no supo brindarles.
Los chicos también salen de vacaciones y disfrutan de 15 días de solaz en reconocidas zonas turísticas.
Una Visión Solidaria
Existen los socios benefactores (individuos y empresas) que aportan cuotas mensuales totalmente voluntarias.
Gracias a esos aportes se contribuye a paliar los gastos que representa alimentar, vestir, educar alrededor de cuarenta menores, que son derivados por el Consejo del Menor y la Familia y por el Consejo Provincial del Menor de acuerdo a lo dispuesto por los jueces de menores.
Los chicos son atendidos por un plantel de especialistas conformado por un licenciado en ciencias de la educación y un Equipo técnico de psicólogos, psiquiatras y asistentes sociales.
La cultura de la solidaridad no está muy extendida en la sociedad argentina. Hay dos niveles bien diferenciados; por un lado, la gente común que sí es muy solidaria, especialmente cuando se enfrenta a un problema puntual y que participa cada vez más activamente en las 55.000 ONG que hay en el país. Por el otro, la comunidad empresaria que tiene poca conciencia de Filantropía. “Lo ideal es que el sector privado tenga un respaldo estatal que le permita deducir impuestos en donaciones para obras de caridad, como sucede en los Estados Unidos, pero como estamos lejos de esa situación, la única solución posible pasa simplemente porque el empresario tenga una mayor sensibilidad social.”
EJEMPLO Es importante mostrar lo que se hace, con la intención de que ello sirva de ejemplo y el gesto solidario se multiplique.
Domicilio del Hogar Bernardino Rivadavia
En conclusión, el Hogar Bernardino Rivadavia queda emplazado en Rivadavia 470 – B 1809 AZJ Máximo Paz, Partido de Cañuelas, Pcia. de Buenos Aires, y está abierto al público para ser visitado.