La mirada desde la masonería
En el árbol de la vida de la Cábala, Sephiroth (singular: Sephirah) son los diez atributos o emanaciones que representan aspectos específicos de la Divinidad y la estructura del universo. Cada Sephirah está asociada con un número, un color, un nombre divino y otros atributos simbólicos que ayudan a comprender su naturaleza y función dentro del esquema cabalístico.
Aquí hay una breve descripción de cada una de las Sephiroth y lo que representan
Keter (Corona): Representa la unidad absoluta de Dios, la fuente de toda la creación y la voluntad divina.
Hokhmah (Sabiduría): Simboliza la energía masculina creativa y la chispa primordial del pensamiento divino.
Binah (Entendimiento): Es la energía femenina receptiva que da forma a la sabiduría y la comprende, siendo asociada con el poder de la concepción y la comprensión.
Hesed (Misericordia): Representa la gracia divina, el amor incondicional y la benevolencia.
Gevurah (Fuerza): Es el principio de la justicia, la disciplina y la severidad, equilibrando la misericordia de Hesed.
Tiferet (Belleza): Es el punto de equilibrio entre Hesed y Gevurah, representando la armonía, la compasión y la belleza divina.
Netzah (Victoria): Representa la eternidad, la resistencia y el triunfo sobre las adversidades.
Hod (Gloria): Simboliza la humildad, la obediencia y la reverencia divina.
Yesod (Fundamento): Es la base de todas las manifestaciones materiales y representa la imaginación, los sueños y la conexión entre lo espiritual y lo físico.
Malkuth (Reino): Es la manifestación física del mundo material, representando la materialización de los aspectos divinos y la tierra misma.
Cada Sephirah tiene relaciones dinámicas y complejas con las demás, y juntas forman un mapa simbólico del cosmos y la relación entre lo divino y lo mundano en la cosmovisión cabalística.
Dentro del sistema cabalístico, las Sephiroth se dividen en tres categorías principales: las tres Sephiroth superiores, las siete Sephiroth inferiores y las Sephiroth ocultas.
Tres Sephiroth Superiores: Estas son Keter, Hokhmah y Binah. Representan los aspectos más abstractos de la Divinidad y están asociados con la tríada primordial de la existencia: la unidad, la sabiduría y el entendimiento.
Siete Sephiroth Inferiores: Estas son Hesed, Gevurah, Tiferet, Netzah, Hod, Yesod y Malkuth. Representan los aspectos más tangibles y manifestados de la Divinidad, así como los principios que rigen la existencia material y espiritual.
Sephiroth Ocultas: A veces se hace referencia a estas como las Sephiroth supramentales o no manifestadas. Estas son consideradas más allá del alcance de la comprensión humana ordinaria y representan aspectos de la Divinidad que trascienden la manifestación material.
Las Sephiroth superiores se relacionan con el mundo divino y trascendental, mientras que las Sephiroth inferiores se relacionan con el mundo material y la experiencia humana. Juntas, estas categorías reflejan la interconexión entre lo divino y lo mundano en la cosmología cabalística.
La lectura del Árbol de la vida
El Árbol de la Vida es un símbolo central en la Cábala, una antigua tradición esotérica judía que busca entender la naturaleza de Dios, el universo y la humanidad. Se representa como un diagrama compuesto por diez esferas interconectadas, llamadas Sephiroth, que están unidas por veintidós senderos. Estos senderos representan las letras del alfabeto hebreo y están asociados con diversas enseñanzas y atributos simbólicos.
La estructura del Árbol de la Vida refleja la cosmología cabalística y ofrece un mapa simbólico del cosmos y la naturaleza divina. Se lee y se interpreta de varias maneras, y cada Sephirah, así como los senderos que las conectan, tiene significados múltiples y complejos. Aquí hay una descripción general de cómo se lee el Árbol de la Vida:
De Arriba hacia Abajo: Tradicionalmente, se dice que la energía divina fluye desde la esfera superior, Keter (Corona), hacia la esfera inferior, Malkuth (Reino). Esta dirección simboliza el proceso de la emanación divina descendente, a través del cual la divinidad se manifiesta en la creación material.
De Abajo hacia Arriba: También se puede leer el Árbol de la Vida de abajo hacia arriba, lo que representa el proceso de ascensión espiritual del individuo hacia la unión con lo divino. En este enfoque, el practicante trabaja a través de las Sephiroth inferiores para alcanzar las Sephiroth superiores, buscando la iluminación espiritual y la unión con la divinidad.
Senderos y Relaciones: Además de las Sephiroth, los veintidós senderos que conectan las esferas también son importantes. Cada sendero está asociado con una letra hebrea y un significado simbólico particular. Estos senderos representan las conexiones entre las diversas energías y atributos divinos, así como los caminos de ascenso espiritual y desarrollo personal.
Correspondencias: Cada Sephirah y sendero del Árbol de la Vida tiene correspondencias con diversos aspectos del cosmos, la psique humana y los sistemas simbólicos, como los planetas, los signos astrológicos, los arquetipos psicológicos y más. Estas correspondencias se utilizan para profundizar la comprensión de las enseñanzas cabalísticas y su aplicación en la vida diaria.
El Árbol de la Vida se lee como un mapa simbólico que representa la estructura del universo y la relación entre lo divino y lo humano. Se puede interpretar de varias maneras, y su estudio requiere un compromiso profundo con las enseñanzas cabalísticas y una comprensión de sus símbolos y significados.
La Creación en el Libro del Génesis a la Luz del Árbol de la Vida: Un Análisis Masónico
En el amplio panorama de las interpretaciones esotéricas, la narrativa de la creación en el Libro del Génesis no solo se contempla como un relato histórico, sino como un mapa simbólico que revela profundos misterios sobre el cosmos y la naturaleza de la divinidad. En el seno de la tradición masónica, esta narrativa adquiere una dimensión aún más rica cuando se la ilumina con la sabiduría del Árbol de la Vida de la Cábala, donde los 7 Sephiroth inferiores sirven como claves para desvelar los siete días de la creación.
Día Primero: Keter (Corona)
En el primer día, Dios separa la luz de las tinieblas, estableciendo el principio de la dualidad fundamental. Este acto de separación refleja la emanación primordial de Keter, el primer Sephiroth en el Árbol de la Vida, que representa la corona y la unidad absoluta de la divinidad. Es el momento en que la luz primordial de la creación emerge de la oscuridad primordial, un acto de manifestación divina que da inicio al proceso de creación.
Día Segundo: Hokhmah (Sabiduría)
En el segundo día, Dios separa las aguas superiores de las aguas inferiores, estableciendo una división entre el cielo y la tierra. Este acto refleja la emanación de Hokhmah, el segundo Sephiroth que representa la sabiduría divina y el principio masculino. La separación de las aguas simboliza la diferenciación entre lo trascendente y lo inmanente, entre el plano celestial y el terrenal.
Día Tercero: Binah (Entendimiento)
En el tercer día, Dios separa las aguas para que aparezca la tierra seca, y crea la vegetación y las plantas. Este acto de separación y fecundidad refleja la emanación de Binah, el tercer Sephiroth que representa el entendimiento y el principio femenino. Es el momento en que la creación adquiere una forma más concreta y se manifiesta la capacidad para concebir y nutrir la vida.
Día Cuarto: Hesed (Misericordia)
En el cuarto día, Dios crea los cuerpos celestes: el sol, la luna y las estrellas. Este acto de crear luminarias en el cielo refleja la emanación de Hesed, el cuarto Sephiroth que representa la misericordia divina y el principio de expansión. Es el momento en que la creación se llena de luz y de orden cósmico, revelando la generosidad y la abundancia del Creador.
Día Quinto: Gevurah (Poder)
En el quinto día, Dios crea las criaturas marinas y las aves del cielo. Este acto de dar vida a las criaturas refleja la emanación de Gevurah, el quinto Sephiroth que representa el poder y el principio de restricción. Es el momento en que la creación adquiere una dinámica de equilibrio entre la fuerza y la limitación, entre la acción y la contención.
Día Sexto: Tiferet (Belleza)
En el sexto día, Dios crea los animales terrestres y finalmente al ser humano. Este acto de creación culmina con la aparición del hombre, quien es creado a imagen y semejanza de Dios. Refleja la emanación de Tiferet, el sexto Sephiroth que representa la belleza y el principio de armonía. Es el momento en que la creación alcanza su plenitud y se revela la belleza inherente en todas las cosas.
Día Séptimo: Netzah (Victoria) y Hod (Gloria)
En el séptimo día, Dios descansa de toda su obra. Este día de descanso refleja la emanación de Netzah y Hod, el séptimo y octavo Sephiroth respectivamente, que representan la victoria y la gloria. Es el momento en que la creación se completa y se celebra el logro de la obra divina, revelando la perfección y la plenitud del cosmos.
La narrativa de la creación en el Libro del Génesis, cuando se interpreta a la luz del Árbol de la Vida de la Cábala, revela una profunda conexión entre los siete días de la creación y los siete Sephiroth inferiores. Esta interpretación masónica nos invita a contemplar la creación como un proceso lleno de significado simbólico, que nos revela la sabiduría y el poder del Gran Arquitecto del Universo.