La historia de la masonería es tan antigua que, como a cualquier acontecer mundial que transcurre largamente en el tiempo, se la debe analizar por períodos, demarcando con hitos los límites de los mismos.
Sabemos que existe una primer gran división en esta historia que se establece como masonería antigua y masonería moderna.
Hablamos de fines del siglo XVII en los que los gremios de constructores se encontraban debilitados, ya que la disminución del fervor religioso posterior a la reforma se vio plasmado en la escasez de construcción de iglesias y catedrales, dando paso al levantamiento de otros edificios profanos tanto públicos como privados
Además, creció la especialización de los obreros en distintas ramas de la construcción, lo que hizo inconveniente continuar reuniéndose en gremios organizados para la práctica de un arte determinado
Esto dio paso en el mismo siglo XVII a la aceptación en los gremios de “miembros honorarios” luego denominados “aceptados masones” que eran personas completamente ajenas a la práctica de la construcción, pero que cooperaban para sostenerlos moral y económicamente implicando esto, una apertura y diversidad de pensamiento haciendo que las reuniones se enriquecieran con el aporte de nuevas ideas
Cuando los aceptados empezaron a prevalecer sobre los de oficio y se les concedieron cargos directivos, se produjo la transformación conocida con el nombre de “masonería especulativa” dejando atrás a la “masonería operativa” conformada netamente por personas de oficio siendo esta una transición que demandó años.
Su fundación en 1717
Así fue como en 1717 los escasos miembros de las cuatro logias londinenses decidieron celebrar conjuntamente una reunión anual, pero dado que no eran las únicas logias existentes, en principio no se constituyó una Gran Logia, como la conocemos hoy, sino que se llamó Gran Logia de Londres, pero se tomó este hito como inicio, ya que solo después y por mérito de los hombres que fueron atraídos posteriormente a esa cofradía, es que adquirió la entidad e importancia que le dieron el nombre de Gran Logia y a su presidente el de Gran Maestre.
En 1751, un grupo de francmasones formó una Gran Logia de Masones Libres y Aceptados de Inglaterra, argumentando que la Gran Logia creada en Londres había introducido innovaciones y se había apartado de los antiguos linderos de la masonería. Por este motivo será denominada como la Gran Logia de los antiguos, en contraposición a la Primera Gran Logia que será conocida como la de los “modernos”.
Devino entonces el desarrollo de esa entidad gracias a la fuerza espiritual y al trabajo de sus integrantes, transformando esa modesta Institución en el movimiento que se extendió por toda la faz de la tierra.