“La razón”
La razón ha sido una de las más grandes preocupaciones filosóficas a lo largo de la historia. Se entiende generalmente como la capacidad humana para pensar de manera lógica, tomar decisiones informadas y alcanzar la verdad a través del entendimiento. Desde Aristóteles hasta Kant, la razón ha sido vista como la característica distintiva del ser humano, el medio por el cual podemos ordenar y comprender el mundo.
Sin embargo, la razón no es solo una herramienta lógica o científica; tiene también una profunda dimensión ética y espiritual. Este aspecto es especialmente relevante en la tradición masónica, donde la razón no se limita únicamente a un ejercicio intelectual, sino que se convierte en un principio vital para el autoconocimiento y el perfeccionamiento moral.
Filosofía de la razón
En el pensamiento filosófico occidental, la razón ha sido estudiada bajo dos grandes enfoques: la razón como facultad lógica y la razón como facultad ética.
Razón lógica: Este es el tipo de razón que asociamos más comúnmente con las matemáticas, las ciencias y la lógica formal. Los filósofos racionalistas, como Descartes y Leibniz, defendían que el mundo podía entenderse a través de principios racionales y que la razón era la herramienta principal para descubrir verdades universales.
Razón ética: Para filósofos como Kant, la razón no solo es lógica, sino que también es normativa. Es decir, la razón no solo nos permite entender el mundo, sino también comprender cómo deberíamos comportarnos en él. Kant argumentaba que la razón nos proporciona principios morales universales, como su famosa “Ley moral”, que nos obliga a tratar a los demás como fines en sí mismos y no solo como medios.
En este sentido, la razón no es simplemente una herramienta fría y calculadora, sino una guía para la vida moral. De hecho, para Kant, la capacidad de actuar de acuerdo con la razón era lo que distinguía a los seres humanos de los animales, que están gobernados por sus instintos.
La razón en la masonería
La masonería ha adoptado este concepto integral de la razón, fusionando sus dimensiones lógicas, éticas y espirituales en su enseñanza. El uso de la razón en la masonería no es solo un asunto de ejercicios intelectuales, sino de una búsqueda de la verdad y la sabiduría que eleva al individuo y a la humanidad.
Desde su misma fundación, la masonería ha estado vinculada a las ideas del Iluminismo, un movimiento que celebraba la razón como el medio para liberar a la humanidad de la ignorancia, el fanatismo y la superstición. En este contexto, los masones ven en la razón un instrumento clave para combatir las sombras de la ignorancia y llevar luz a sus miembros, un concepto que está en el centro del simbolismo masónico. La luz en la masonería simboliza el conocimiento y la sabiduría, y esta luz solo se puede alcanzar a través del uso riguroso y ético de la razón.
La razón como guía ética en la masonería
Uno de los pilares de la masonería es el perfeccionamiento personal. Este perfeccionamiento no puede ser alcanzado sin el uso consciente de la razón. La masonería enseña que cada miembro debe trabajar sobre sí mismo, puliendo su “piedra bruta” para convertirla en una “piedra cúbica”, un símbolo del individuo perfeccionado. Para alcanzar este estado, es esencial emplear la razón como una guía tanto para la reflexión personal como para la acción.
Discernimiento moral: La razón permite al masón discernir entre lo que es justo y lo que no lo es. A través de un proceso continuo de autoconocimiento y reflexión, el masón aprende a aplicar principios éticos universales en su vida diaria, superando así sus pasiones descontroladas y sus prejuicios.
Tolerancia y respeto: En la masonería, se valora profundamente el respeto a las opiniones y creencias ajenas, lo que solo puede lograrse a través de un uso consciente y maduro de la razón. La capacidad de dialogar y aprender de otros, sin caer en el fanatismo o la intolerancia, es un signo del dominio racional sobre las emociones y los prejuicios.
Autocontrol: El uso de la razón también es fundamental para que el masón controle sus pasiones y emociones. Uno de los principios fundamentales de la masonería es que los impulsos irracionales, como la ira o la avaricia, deben ser controlados para alcanzar un estado de armonía personal y social. La razón aquí actúa como una brújula que guía al masón en su conducta diaria.
Razón y el conocimiento esotérico en la masonería
La masonería no solo ve en la razón una herramienta para la vida ética, sino también una clave para acceder a verdades más profundas. En este sentido, la razón actúa como un puente entre lo conocido y lo desconocido. Los símbolos masónicos son vehículos de conocimiento esotérico, y es a través de la razón que el masón puede descifrarlos.
Por ejemplo, el “ojo que todo lo ve”, uno de los símbolos más reconocidos de la masonería, es una representación del conocimiento y la sabiduría divina. Sin embargo, el masón debe hacer un esfuerzo racional para interpretar este símbolo y comprender su significado profundo, que implica la búsqueda de la verdad y el autoconocimiento.
La razón frente a la fe
En algunos contextos, la razón y la fe son vistas como opuestas. Sin embargo, en la masonería, ambas se integran en una visión más amplia del ser humano y su relación con el universo. Si bien la masonería no se adscribe a ninguna religión específica, reconoce la importancia de la fe en el Gran Arquitecto del Universo, un principio superior que gobierna el cosmos.
No obstante, la fe en la masonería no es ciega ni irracional. Al contrario, está informada por la razón. La fe debe ser guiada por un entendimiento racional y un discernimiento que permita al individuo evitar caer en el fanatismo o la superstición. La masonería enseña que la razón y la fe pueden coexistir, pero que la razón siempre debe ser la guía que asegure que la fe se mantenga en los límites de la verdad y la justicia.
Razón, libertad y progreso
La razón también está vinculada a otro principio fundamental de la masonería: la libertad. A lo largo de la historia, los masones han defendido la libertad de pensamiento, la libertad de expresión y la libertad de conciencia. Todas estas libertades solo pueden florecer en una sociedad donde la razón sea valorada y respetada.
El uso de la razón permite al individuo liberarse de las cadenas de la ignorancia y del dogmatismo. En este sentido, la masonería se alinea con las ideas del Iluminismo, que veía en la razón el principal motor del progreso humano. Para los masones, el progreso individual y social es un deber ético, y este progreso solo puede lograrse a través del ejercicio constante de la razón.
Conclusión
La razón en la masonería no es simplemente una herramienta para el pensamiento lógico o científico; es el fundamento sobre el cual se construyen el autoconocimiento, la moralidad y el progreso. La masonería enseña a sus miembros que la razón debe guiar todas sus acciones, tanto en la búsqueda de la verdad como en su vida cotidiana. A través del uso de la razón, el masón busca perfeccionarse a sí mismo, mejorar la sociedad y alcanzar una comprensión más profunda del universo. Es por esta razón que la masonería hace tanto hincapié en el uso de la razón, considerándola no solo un don divino, sino un deber ético y espiritual.