“Sympathy for the devil”

Sympathy for the devil” – (Simpatía por el Demonio) The Rolling Stones

 

“Por favor, déjame que me presente

soy un hombre de riquezas y buen gusto

Ando rodando desde hace muchos años, muchos años

He robado el alma y la fe de muchos hombres.

Yo estaba allá cuando Jesucristo tuvo su momento de duda y dolor

y me asegure por los infiernos que Pilatos se lavara las manos y sellara su

destino.

Encantado de conocerte

Espero que sepas mi nombre

Pero lo que te desconcierta

es la naturaleza de mi juego

Estaba cerca San Petersburgo

cuando vi que había llegado el cambio.

Mate al Zar y a sus ministros

Anastasia grito en vano.

Conduje un tanque, tenía el rango de general

cuando estallo la guerra relampago

y los cuerpos hedían.

Encantado de conocerte

Espero que sepas mi nombre

Pero lo que te desconcierta

es la naturaleza de mi juego

Mire con alegria mientras vuestros reyes y reinas

luchaban durante diez décadas por los diosas que crearon

grite: quien mato a los Kennedy?

cuando después de todo fuimos tu y yo

Deja que me presente

soy un hombre de riquezas y buen gusto.

Tendí trampas a los trovadores

que murieron antes de llegar a Bombay

Encantado de conocerte

Espero que sepas mi nombre

Pero lo que te desconcierta

es la naturaleza de mi juego

Al Igual que cada policía es un criminal

y todos los pecadores santos

y cara o cruz es lo mismo, llámame simplemente Lucifer.

Necesito cierto freno

Así que si me encuentras, ten cortesía

un poco de simpatía y cierta exquisitez

Usa tu bien aprendida educación

!o hare que se te pudra el alma!

Encantado de conocerte

Espero que sepas mi nombre

Pero lo que te desconcierta

es la naturaleza de mi juego

 

 

Una de las canciones más icónicas de The Rolling Stones, lanzada en su álbum “Beggars Banquet” en 1968, ha sido objeto de análisis y controversia desde su debut. La lírica, contada desde la perspectiva de Lucifer, ofrece una visión provocativa y compleja del mal en el mundo, y ha sido interpretada de múltiples maneras a lo largo de los años. Desde una perspectiva masónica, esta canción puede analizarse bajo el prisma de la dualidad del bien y el mal, el simbolismo del diablo en la cultura occidental, y el papel de la música como vehículo de reflexión filosófica y esotérica.

 

 

El simbolismo del Diablo en la tradición masónica y occidental

El diablo, o Lucifer, es una figura central en muchas tradiciones religiosas y esotéricas, incluido el cristianismo, donde representa el mal, la tentación y la caída del hombre. Sin embargo, en la tradición masónica y otras corrientes esotéricas, la figura de Lucifer también puede interpretarse de manera más simbólica y menos literal. Lucifer, cuyo nombre significa “portador de luz”, es a veces visto como un símbolo del conocimiento y la iluminación, aunque mal entendido o mal utilizado.

En el contexto de “Sympathy for the Devil”,  la letra narra la historia de Lucifer como un testigo y, en algunos casos, como un actor en los eventos más oscuros de la historia de la humanidad, desde la crucifixión de Jesucristo hasta la Segunda Guerra Mundial. La canción parece explorar la idea de que el mal no es solo una fuerza externa, sino que está entrelazado con la condición humana y la historia.

Desde una mirada masónica, el diablo puede verse como un símbolo de la ignorancia y la corrupción que los masones buscan superar a través de la luz del conocimiento y la virtud. La lucha entre la luz y la oscuridad es un tema recurrente en la masonería, y en este sentido, “Sympathy for the Devil”  podría interpretarse como una reflexión sobre la omnipresencia de la oscuridad en la experiencia humana, y la responsabilidad individual y colectiva de enfrentarse a ella.

 

 

La dualidad del bien y el mal  

La masonería enseña que el bien y el mal son fuerzas duales que existen en el mundo, y que cada persona tiene la capacidad de inclinarse hacia uno u otro. Esta dualidad es representada en los rituales masónicos a través de símbolos como el pavimento de mosaicos, que alterna entre blanco y negro, representando el equilibrio entre las fuerzas opuestas.

Sympathy for the Devil”  juega con esta idea de dualidad al presentar a Lucifer no solo como un villano, sino como un narrador casi simpático que invita al oyente a reflexionar sobre la naturaleza del mal. La canción sugiere que el mal no es una fuerza completamente externa; es algo con lo que la humanidad colabora, consciente o inconscientemente. Esta idea resuena con la enseñanza masónica de que cada individuo es responsable de sus acciones y debe esforzarse por mantener la moralidad y la justicia en su vida.

El estribillo “Encantado de conocerte, espero que adivines mi nombre” podría interpretarse masónicamente como un recordatorio de que el mal a menudo se disfraza y es parte de la naturaleza humana. Los masones, a través de sus rituales y enseñanzas, buscan desenmascarar estas fuerzas y comprenderlas, no para aceptarlas, sino para superarlas.

 

 

 

La música como vehículo de reflexión filosófica y esotérica

La música, como cualquier forma de arte, tiene el poder de transmitir mensajes filosóficos y esotéricos de una manera que las palabras simples no siempre pueden. En la tradición masónica, se reconoce el valor de las artes y la música como medios para elevar el espíritu y acercarse a la verdad. “Sympathy for the Devil”  puede verse como una obra que utiliza la música para explorar conceptos profundos sobre la naturaleza del mal, la historia, y la condición humana.

El ritmo pulsante de la canción, junto con su tono irónico y burlón, crea una atmósfera que refleja la seducción del mal y la tentación. Esta seducción es uno de los temas que los masones deben aprender a resistir en su camino hacia la iluminación. La canción podría ser vista como una advertencia sobre la facilidad con la que uno puede ser atraído por el mal disfrazado de encanto o poder.

Además, la música de los Rolling Stones, y en particular esta canción, ha sido vista como un acto de desafío a las normas sociales y religiosas de su tiempo, lo que puede resonar con la tradición masónica de cuestionar la autoridad establecida y buscar la verdad por uno mismo.

 

 

Lucifer como portador de luz y oscuridad

En algunas corrientes esotéricas, y particularmente dentro de ciertas interpretaciones masónicas, Lucifer es considerado una figura ambivalente que representa tanto la luz como la oscuridad. Este aspecto dual de Lucifer está presente en la canción, donde se presenta no solo como un agente del caos, sino también como un observador de la historia humana, lo que puede interpretarse como una metáfora del conocimiento que puede ser usado tanto para el bien como para el mal.

La masonería enseña que el conocimiento en sí mismo es neutral; es la intención y el uso de ese conocimiento lo que determina si resulta en bien o mal. La canción “Sympathy for the Devil”  refleja esta ambigüedad al mostrar cómo el conocimiento y el poder, cuando están en manos equivocadas, pueden llevar a la destrucción y el sufrimiento. Sin embargo, este mismo conocimiento, cuando se usa con sabiduría y compasión, puede iluminar el camino hacia la mejora y la redención.

 

 

La historia y la responsabilidad colectiva

La canción recorre varios eventos históricos donde el mal ha prevalecido, sugiriendo que la humanidad, en su conjunto, ha sido cómplice de estos males. Desde la mirada masónica, esto puede verse como un llamado a la reflexión sobre la responsabilidad colectiva de la humanidad en los actos de maldad y violencia.

Los masones son enseñados a trabajar no solo por su propia mejora, sino también por el bienestar de la humanidad. En este contexto, “Sympathy for the Devil” puede interpretarse como un recordatorio de que cada generación tiene la responsabilidad de enfrentar las fuerzas del mal en su tiempo y de actuar para prevenir que estos actos se repitan.

El reconocimiento de la responsabilidad colectiva es un tema central en la filosofía masónica, donde se valora la interconexión de todos los seres humanos y la necesidad de actuar en favor del bien común. La canción, con su enfoque en la repetición de la historia y la complicidad humana, resuena con la idea masónica de que la lucha contra el mal es una tarea continua y compartida.

 

Sympathy for the Devil” de The Rolling Stones es más que una simple canción de rock; es una obra cargada de simbolismo y reflexión filosófica. Desde una perspectiva masónica, la canción puede verse como una exploración de la dualidad del bien y el mal, el simbolismo de Lucifer, y la responsabilidad colectiva de la humanidad en los actos de maldad. A través de su música y letra, la canción invita al oyente a confrontar la presencia del mal en la historia y en la naturaleza humana, y a reflexionar sobre su propio papel en la lucha entre la luz y la oscuridad.

La masonería, con su enfoque en la iluminación y la virtud, ofrece un marco para entender y superar las fuerzas que la canción describe. En última instancia, “Sympathy for the Devil”  puede servir como un recordatorio de que, aunque el mal es una parte ineludible de la experiencia humana, también lo es la capacidad de resistirlo y trascenderlo, a través del conocimiento, la reflexión, y la acción justa.