Los Shriners, una organización conocida por sus coloridos fez y su obra filantrópica, son un grupo de hombres cuya fundación y misión están profundamente entrelazada con la masonería.
Origen de los Shriners
Los Shriners, oficialmente conocidos como la Antigua Orden Árabe de los Nobles del Santuario Místico (Ancient Arabic Order of the Nobles of the Mystic Shrine – A.A.O.N.M.S.), fueron fundados en 1870 en Nueva York. Su creación se atribuye a dos masones prominentes: Walter M. Fleming, un médico, y William J. “Billy” Florence, un actor. Inspirados por la cultura oriental, particularmente por las ceremonias y rituales islámicos que Florence había observado durante sus viajes por Europa y Medio Oriente, decidieron crear una fraternidad que combinara el espíritu de camaradería masónica con un ambiente más informal y social.
Fleming y Florence, ambos masones, sintieron que la masonería, aunque rica en simbolismo y fraternidad, carecía de un aspecto lúdico y social. Así, los Shriners nacieron como una organización donde los masones podían relajarse y disfrutar de la compañía mutua en un entorno que celebraba la diversión y el humor, mientras se mantenían fieles a los principios de la caridad y la fraternidad.
Simbolismo y relación con la masonería
El simbolismo de los Shriners está profundamente arraigado en la tradición masónica, aunque con un enfoque distintivo. El fez, el sombrero rojo con borla negra que es el símbolo más reconocible de los Shriners, tiene orígenes orientales y simboliza la unión de los Nobles del Santuario Místico. Este sombrero representa la conexión con la mística oriental y el compromiso de los Shriners con su misión filantrópica.
El emblema de los Shriners, que incluye una cimitarra, una esfinge y una estrella, también tiene un significado simbólico profundo. La cimitarra representa la espada de la justicia, la esfinge simboliza el misterio y la sabiduría, y la estrella hace referencia a la luz de la verdad. Estos símbolos, aunque diferentes en su presentación, reflejan principios fundamentales de la masonería, como la búsqueda del conocimiento, la justicia y la verdad.
La relación entre los Shriners y la masonería es intrínseca. Para convertirse en Shriner, un hombre debe primero ser maestro masón, lo que garantiza que todos los miembros de los Shriners han pasado por las enseñanzas y rituales masónicos. Esto asegura que los valores masónicos de fraternidad, caridad y verdad se mantengan en el corazón de la organización de los Shriners, incluso cuando se enfocan en sus actividades filantrópicas y sociales.
Fundación y contexto histórico
La fundación de los Shriners en 1870 ocurrió en un período de expansión y consolidación de la masonería en Estados Unidos. La Guerra Civil había terminado apenas cinco años antes, y la nación estaba en un proceso de reconstrucción y búsqueda de identidad. En este contexto, la masonería se consolidó como una fuerza moral y social significativa, promoviendo la fraternidad y la caridad en un país que buscaba sanar las divisiones y construir una sociedad más justa.
Los Shriners se posicionaron como una extensión de estos ideales masónicos, pero con un enfoque en la camaradería y el entretenimiento, lo que les permitió atraer a masones que buscaban un entorno más relajado. La fundación de los Shriners también reflejó la fascinación de la época por las culturas exóticas y orientales, un interés que se veía en el arte, la literatura y la moda de la época.
Objetivos y misión
El objetivo principal de los Shriners siempre ha sido promover la filantropía y la caridad, principalmente a través de su red de hospitales. Fundada en 1922, la organización Shriners Hospitals for Children se ha convertido en el centro de su misión, proporcionando atención médica gratuita a niños con quemaduras, problemas ortopédicos y otras condiciones graves. Este enfoque en la filantropía refleja los principios masónicos de caridad y servicio a la humanidad.
Además de su labor médica, los Shriners también se dedican a promover la fraternidad entre sus miembros. Sus reuniones y ceremonias, aunque más informales que las logias masónicas tradicionales, están diseñadas para fortalecer los lazos entre los miembros y promover un sentido de comunidad y pertenencia.
La misión de los Shriners también incluye la promoción de los valores masónicos en la sociedad. Aunque sus actividades filantrópicas son su aspecto más visible, los Shriners también se comprometen a vivir según los principios de la masonería en su vida diaria, actuando con integridad, justicia y compasión en todas sus interacciones.
Actualidad de los Shriners
En la actualidad, los Shriners siguen siendo una organización fuerte y vibrante, con más de 200 templos (capítulos locales) en Estados Unidos, Canadá, México y otros países. Su red de hospitales ha crecido para incluir 22 centros en América del Norte, donde se siguen proporcionando servicios médicos de alta calidad a niños sin costo alguno para las familias.
A pesar de su éxito, los Shriners, al igual que muchas organizaciones fraternales, enfrentan desafíos en el siglo XXI. La disminución de la membresía y la necesidad de adaptarse a una sociedad en constante cambio son cuestiones que la organización ha tenido que abordar. Sin embargo, los Shriners han demostrado resiliencia, modernizando sus prácticas y ampliando su alcance para atraer a nuevas generaciones de masones.
Además, la organización ha continuado su tradición de combinar la filantropía con el entretenimiento, organizando eventos como desfiles, circos y actividades comunitarias que no solo recaudan fondos para sus hospitales, sino que también promueven la visibilidad y el espíritu de la fraternidad en la sociedad.
Los Shriners, nacidos de la masonería en un período de reconstrucción nacional, en los EE. UU, han mantenido su misión de caridad y fraternidad a lo largo de los siglos. Su simbolismo y rituales, aunque distintos de los de la masonería tradicional, están profundamente enraizados en los principios masónicos de justicia, verdad y servicio a la humanidad. En la actualidad, los Shriners siguen siendo un pilar de filantropía y fraternidad, adaptándose a los desafíos de un mundo cambiante mientras permanecen fieles a los ideales sobre los que fueron fundados.
En última instancia, los Shriners representan la extensión del espíritu masónico en la esfera pública, combinando la dedicación a la caridad con un enfoque en la camaradería y el entretenimiento. Su historia es un testimonio del poder de la fraternidad para inspirar el servicio y la compasión en todos los aspectos de la vida.